El sueño de la música 'triunfa' en Galicia
Santiago de Compostela fue la tercera parada de la serie de castings que se están celebrando en España para elegir a la nueva generación de participantes de Operación Triunfo
50 de los 656 aspirantes superaron la primera fase
Comienza la cuenta atrás para 'OT 2023': estas son las fechas de los castings
JACOBO LEÓN
Santiago
Los años no parecen pasar por Operación Triunfo. Más de dos décadas después de la eclosión del fenómeno de los 'triunfitos', el modelo ha sabido adaptarse a los cambios que se han producido en la industria de la música y las nuevas oportunidades que ofrecen ... las plataformas digitales. Muchos de los que siguieron fielmente aquella edición inicial de los Rosa López, David Bisbal, David Bustamante, Chenoa, Manu Tenorio, Nuria Fergó y compañía vivieron cierto desencanto cuando el programa se tomó sus primeras vacaciones, allá por 2012. No obstante, las nuevas generaciones han recuperado esa fascinación inicial y la han disparado hasta rozar lo inimaginable, coincidiendo con la compra del formato por parte de Amazon Prime, donde se emitirá la duodécima temporada a más de 30 países. «Estamos bastante sorprendidos con toda la gente que quiere presentarse. Hemos recuperado la ilusión y estamos muy contentos con el nivel», aseguró la directora de casting, Noemí Galera, minutos antes de que dieran comienzo, este lunes, las pruebas en Santiago de Compostela. En Barcelona y Zaragoza, los días 3 y 6 de julio, han tenido lugar los otros dos casting celebrados hasta la fecha.
En total, 656 aspirantes, casi el doble que en 2017, se acercaron hasta el Multiusos Fontes do Sar con el objetivo de emular lo que otros artistas gallegos, como Luis Cepeda, Miriam Rodríguez, Roi Méndez, Sabela Ramil y Eva Barreiro, lograron en los últimos años: una de las plazas que dan acceso a la Academia. «Esperamos encontrar una nueva voz aquí», afirmó Noemí Galera. A las nueve de la mañana, una hora antes del arranque oficial de las audiciones, más de cien candidatos ya se agolpaban alrededor del recinto, acompañados por amigos, familiares y parejas. Las máximas de 28 grados anunciaban una estupenda mañana, salpicada de alguna que otra sombrilla para protegerse del sol. Hubo muchos nervios, que quedaron momentáneamente desplazados a un segundo plano gracias al buen ambiente reinante: conversaciones, risas, abrazos, el repiqueteo de una pandereta, los acordes de varias guitarras e improvisadas rumbas demostraban que aquello no era una competición, sino un punto de encuentro entre personas unidas por un mismo sueño, la música. «Una señal del destino. No me canso, no me rindo, no me doy por vencido», letra de Luis Fonsi, animó a cantar al unísono a más de una veintena de los jóvenes —y algún que otro 'veterano' que los miraba, con ganas de unirse—de la kilométrica cola que serpenteaba alrededor del recinto.
A las diez en punto arrancó el casting y, con ello, los primeros versos de algunas de las 50 canciones que la organización había propuesto para su interpretación. Los aspirantes estaban obligados a prepararse, al menos, una de ellas. «Tiene que ser variado. Es una manera de que aprendan a escuchar música de todas las clases y todos los estilos. Es importantísimo tener una base de cultura musical si quieres dedicarte a esto», incidió Noemí Galera. Los temas 'Without you', de Mariah Carey; 'Flowers', de Miley Cyrus, o 'Baby One More Time', de Britney Spears, gozaron de una gran popularidad, mientras algunos candidatos se atrevieron con el merengue de 'Suavemente', de Elvin Crespo, o la exigente voz de Tina Turner en 'The Best', y de Aretha Franklin y su 'I Say a Little Prayer'. Gran parte de los pretendientes recibió un simple «gracias» por parte del trío del jurado, que significaba el adiós a su sueño de participar en Operación Triunfo. Solo dispusieron de veinte segundos para demostrar su valía, prácticamente un suspiro después de una larga espera en una cola que empezó a formarse desde las cinco de la mañana.
La pegatina de la felicidad
El jurado no tardó demasiado en colocar las primeras pegatinas, distintivo que confirma el pase a la segunda fase. Cada una de ellas fue respondida con el aplauso por parte de los aspirantes que se hallaban en cada una de las tres filas a juicio, confirmando las buenas vibraciones que desprendía el Multiusos, sede de algunos de los mejores conciertos que ha acogido la capital gallega.
Entre los elegidos para portar la pegatina había nóveles, pero también 'repetidores'. Es el caso de Sara, quien lo había intentado un par de años atrás: «Estoy temblando. No me lo esperaba para nada.» La alegría, los nervios y las lágrimas acompañaban a cada nuevo 'sí' recibido. Alguno de ellos tras muchos kilómetros de viaje. Los aspirantes procedían no solo de Galicia, sino de distintas partes de España. Paula, de Ciudad Rodrigo, Salamanca, aprovechó que su primo vive en Ourense para acercarse hasta Santiago, dormir en una camper y cantar desde primera hora de la mañana junto a los más madrugadores. Antonio hizo el viaje solo desde Málaga, donde ya se había presentado en la edición de 2020. «Si no me cogían me iba a Bilbao. Estoy muy contento», declaró. Por su parte, Sara, actual estudiante de realización y que ha recibido formación en canto lírico, empleó su semana libre de trabajo en Madrid para regresar a Galicia y probar suerte: «No me lo esperaba. Vine porque quería hacer el casting y así ya aprovechar para ver a mi familia.» Otros, pese a ser de Santiago, llegaron por los pelos. «Me quedé dormido y llegué tarde. Vivo al lado. Iba a venir andando, pero no escuché ninguna alarma y me trajo mi padre. Por los nervios me costó dormir», contó Lucas, entre risas, tras recibir la pegatina. Otro de los elegidos, Diego, compartió su alegría aunque ello supusiera desatender el examen de Biología programado para el día siguiente.
Mientras tanto, los acompañantes compartían sus impresiones en el exterior, retransmitiendo por teléfono las novedades a sus seres queridos. «Mamá, ¿me oyes? Ha pasado la primera prueba», repetía una chica efusivamente. Sin embargo, solo 50 de los 656 participantes superaron la fase inicial, lo que derivó también en lágrimas y decepción. Desde las cristaleras, una familia observaba a su hija. Las audiciones se retransmitieron en directo en YouTube, por lo que escucharon por el móvil su primera canción, así como las otras dos que le solicitó el jurado a continuación. En muchas ocasiones, esto fue señal de una inminente pegatina, pero en su caso no fue así. «¡Oh, por favor, por favor! Ay, señor, qué lástima», se le escuchó a la madre después de que su hija recibiera el pertinente «gracias».
Superadas las dos primeras frases, la tercera y última del casting tendrá lugar en Barcelona, donde se reunirán los aspirantes seleccionados de las nueve ciudades. Allí será donde se escogerán a los 18 concursantes que competirán en la Gala 0 para entrar en la Academia y formar parte de la nueva edición de Operación Triunfo. Y quién sabe si, entre ellos, se encontrará alguno de los 50 afortunados que dieron el primer paso hacia su gran sueño musical en tierras gallegas.
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