De la promesa del boxeo gallego a una inmigrante peruana: las siete vidas que se llevó el Lérez

La víctima más joven tenía apenas 21 años y era natural de Nigrán y la tragedia se cebó especialmente con una familia, en la que madre e hijo perdieron la vida.

Los ayuntamientos pontevedreses de Lalín y Agolada son los que han sufrido en mayor medida este golpe, ya que cuatro de las víctimas mortales tenían nexos con estas dos localidades. Natural de Agolada pero residente en Lalín, Cruz Castro Eiras, de unos setenta años, y su hijo Jaime Val, de 40, perdieron la vida en el trágico accidente. Se dirigían a Pontevedra a pasar las fiestas con los otros dos hijos de Castro. La vida de Cruz no había sido sencilla. Según informa 'La Voz de Galicia', su padre había muerto asesinado por su exmarido.

En Lalín también residía Guadalupe Díaz de 44 años. Natural de Lugo era profesora en la localidad orensana de O Carballiño, pero antes había dado clases en la capital del Deza. Tenía dos niños.

Mercedes Castro Blanco, de 58 años fue la cuarta víctima de la comarca. Vecina de la parroquia de Carmoega (Agolada) cogió el autocar en Lalín para pasar la Nochebuena en Pontevedra con su familia.

Con apenas 21 años, Eneas Valverde fue la víctima más joven del accidente. Natural de Nigrán a donde se dirigía para pasar las fiestas, estudiaba en la ciudad de Lugo. Valverde era aficionado desde pequeño al boxeo, habiendo logrado ser campeón de Galicia en la categoría Junior. Su familia regentaba una conocida relojería en el pueblo de O Val Miñor.

Entre los fallecidos también se encuentra la peruana Edith Luz. No tiene ningún familiar en Galicia y el consulado de Perú en Barcelona se encarga de contactar con su familia en el país andino. Un miembro de la Asociación de Peruanos en Galicia ha explicado a Ep que, al enterarse de que en el trágico suceso había perdido la vida una mujer peruana, comenzaron a comentarlo en un grupo de Whatsapp que mantienen unos 180 peruanos residentes en Galicia. Sin embargo, nadie parecía conocerla, por lo que dos compatriotas residentes en Pontevedra se acercaron al lugar para comprobar la veracidad de la información e intentar averiguar de quién se trataba para, de este modo, tratar de localizar a familiares o allegados.

Nadie denunció estos días la desaparición de la séptima víctima localizada esta mañana. Se supo que viajaba en el bus porque estaba acompañando a una de los dos supervivientes, Rosario González Rocha, que fue la pasajera que llamó a Emergencias para alertar del suceso. El hijo de González Rocha fue el que informó a los servicios de rescate que su madre iba acompañada.

El otro superviviente es el conductor del bus, que ya ha recibido el alta tras ser trasladado al Hospital Clínico de Santiago de Compostela. El hombre dio negativo en los test de alcoholemia y de drogas.