Sánchez, desde una zona cero de los incendios en Orense: «Quedan días difíciles en Galicia y el resto de España»

Sánchez ha pedido la «máxima de todas las precauciones» ante el repunte en las temperaturas y ha mostrado su «solidaridad» con quienes han perdido sus casas o han tenido que evacuarlas y su «agradecimiento a todos nuestros servidores públicos» por su labor, «incluso jugándose la vida». El presidente del Gobierno ha puesto el acento en la importancia de la «colaboración y coordinación institucional» ante un «enemigo común», los incendios, «tan devastador».

A partir de ahí, ha vuelto a hacer hincapié en que «la emergencia climática» resulta «letal», y que es necesario «hacer mucho más» contra los incendios desde las administraciones, pero insistiendo en las condiciones climatológicas, inéditas, como detonante. Ante esto, prevención, recursos, reposición de la biodiversidad, compromiso, visión de estado y la garantía de que el Gobierno estará a la «altura».

«El Gobierno de España está encima, está volcado junto con todos los servidores públicos», ha afirmado, en la extinción de los incendios, para cerrar repitiendo que se impone la «máxima precaución» ante el regreso del calor extremo, sin perder la confianza, ha concluido, en la respuesta de las Administraciones.

Sánchez ha llegado a Alixo con más de media hora de retraso y después de una visita realizada al centro avanzado de mando provisional para coordinar las actuaciones contra los incendios, que han afectado a numerosos puntos de la comarca orensana. El presidente no se detuvo en el centro del pueblo y optó finalmente por acudir al punto donde tenía prevista la comparecencia.

Ya en Alixo, pudo mantener una breve conversación con un grupo de vecinos, que se acercaron hasta el lugar y que le ofrecieron testimonio directo de la desgarradora situación vivida estos últimos días, tras ver cómo ardían sus casas. Según explicó el alcalde de O Barco, Alfredo García, tan sólo en este pueblo ardieron 15 casas habitables, en su mayor parte segundas residencias.

Los vecinos le trasladaron la «rabia» e impotencia por ver cómo ardieron sus casas. «Fuimos salvando como pudimos», le comentó un vecino. El propio Sánchez quiso cerciorarse de la voracidad del incendio. Fue «cuestión de veinte minutos», asentía el propio presidente del Gobierno.

Después de la comparecencia, sin preguntas de la prensa, el jefe del Ejecutivo abandonó el lugar, con el resto de autoridades.