Sánchez otorga al PSdeG las herramientas para recuperar el pulso perdido
Restituye en la vida pública a Gómez Besteiro, principal aliado de Formoso en la dirección del partido en Galicia
Sitúa a Miñones en un ministerio sin demasiadas competencias, para que no descuide la actividad regional
Análisis: Sánchez rehabilita a Besteiro y le devuelve sus opciones a la Xunta
SANTIAGO
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Iniciar sesiónComo si se tratara de un coche de carreras, Pedro Sánchez ha otorgado al PSdeG las mejoras competitivas que el partido necesitaba para intentar mejorar su rendimiento electoral a medio plazo, cuando todavía faltan algo menos de nueve meses para las elecciones generales, y ... con otros quince todavía por delante hasta la cita autonómica. Este martes tomaba posesión José Miñones como nuevo titular de la cartera de Sanidad, con lo que el PSdeG tendrá un oído en las decisiones del Consejo de Ministros. Y de la primera reunión de este órgano con sus nuevos miembros salió, también este martes, la designación de José Ramón Gómez Besteiro como delegado del Gobierno en la Comunidad.
La asunción del cargo de este último todavía no tiene fecha, aunque es previsible que suceda en los próximos días, tan pronto se cuadren las agendas de los distintos responsables políticos. Miñones querrá estar presente en el traspaso de poderes a su sucesor, que no es un cualquiera. Es, probablemente, la designación más relevante a efectos orgánicos en el PSdeG en los últimos tiempos. Principalmente porque la estrecha colaboración que hasta la fecha venían realizando Formoso y Besteiro —siempre de manera muy reservada desde que el lucense se apartó voluntariamente de la política en 2016— ahora adquirirá carácter de pública normalidad.
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Formoso y la gestión de los tiempos en el PSdeG
José Luis Jiménez
Desde Madrid, donde acudió a la puesta de largo de Miñones, el líder de los socialistas gallegos no escondía su satisfacción por el regreso de Besteiro. «Hoy es un día muy especial en plano político y en el personal con la rehabilitación política de un compañero», que sumado al bautismo ministerial del exalcalde de Ames fraguaba «un día de celebración para el PSdeG». «Recuperamos un activo muy importante», añadía por su parte la alcaldesa de Lugo, Lara Méndez.
La ubicación de Miñones en el Ministerio de Sanidad tiene varias lecturas. La que ya se hizo en el primer momento fue la de la recompensa a la lealtad exhibida con Sánchez durante las primarias de 2017 cuando aquel fue alcalde de Ames. El presidente del Ejecutivo no olvida. Otra muestra más: este martes recompensó los servicios prestados de Javier Losada —exalcalde coruñés y antecesor de Miñones en la Delegación del Gobierno— designándolo miembro del Consejo de Estado.
Se ha intentado buscar relación entre la cartera sanitaria y la formación farmacéutica de Miñones para justificar la designación. Sin embargo, Sanidad es uno de los departamentos más vaciados de competencia —desde el punto de vista cuantitativo—, al estar la gestión sanitaria transferida a las comunidades autónomas. Esta realidad permitirá a Miñones no caer en la burbuja de la política madrileña, sino mantener el contacto con Galicia. Los anteriores inquilinos del ministerio fueron candidatos a la Generalitat —Salvador Illa— y a la alcaldía de Las Palmas —Carolina Darias—. En principio, el llamado a ser el candidato a la Xunta sería Gómez Besteiro —según las fuentes consultadas—, pero a Sánchez tampoco le disgusta que haya un 'plan b'.
El escenario político del PSdeG en Galicia es contradictorio. Por un lado, las encuestas revelan que, aunque pudiera retroceder en las municipales, tiene en su mano conservar casi todo el poder político urbano —cinco ciudades y tres diputaciones—, a pesar del empuje que el PP estaría viviendo en las últimas semanas. Pero los sondeos autonómicos son menos halagüeños, y siguen situándolo muy por detrás del BNG de Ana Pontón, la misma tercera posición de la que salió el PSdeG de Gonzalo Caballero en las últimas elecciones gallegas de junio de 2020.
Hasta la fecha, uno de los lastres con que se encontraban los socialistas gallegos era el desgaste de la marca PSOE, asociado a la gestión de Pedro Sánchez. Desde la Delegación del Gobierno en Galicia, Miñones consiguió notoriedad personal y política pero no que estas se tradujeran en una mejor percepción de los gallegos del Ejecutivo que él representaba. Besteiro tiene una parte del camino ya recorrido, dado su pasado no tan lejano como líder socialista. La incógnita es si su desempeño como delegado haga revivir a un PSdeG con el pulso algo decaído en los últimos tiempos.
Poco más podía pedir el socialismo gallego para encarar la recta final de la legislatura estatal, a la que ahora le sobreviene el 'periodo de sombra' previo a las municipales —a partir del próximo 4 de abril—, en el que no podrá haber grandes anuncios ni inauguraciones, pero que no impedirá el despliegue de los nuevos 'hombres fuertes' del partido. Formoso ya tiene sus fichajes. Ahora debe empezar a jugar.
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