Sánchez abre una brecha en el municipalismo socialista con la ubicación de las sedes tecnológicas nacionales

Teruel, gobernada por el PP, también llevará a los tribunales la designación de Sevilla para la Agencia Aeroespacial. Pero el caso de Granada es más llamativo, pues está gobernada por el PSOE desde hace dos años tras la crisis entre PP y Ciudadanos. Y es la ciudad que más ruido está haciendo tras su derrota. Los avisos desde su partido en Madrid son continuados. Incluso un peso pesado del sanchismo en Andalucía como Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, secretario de Política Municipal del PSOE y vicepresidente primero del Congreso de los Diputados, le pidió «mesura» ante su tono beligerante. Pero Cuenca tiene la decisión tomada y se reafirma en que su «único partido es Granada». Para entender el órdago, hay que atender a lo que se juega en las municipales de mayo. La izquierda nunca ganó unas elecciones con él al frente y solo ha sido alcalde por crisis internas de la derecha en una década de candidato.

Granada había puesto sobre la mesa muchos argumentos. Su universidad está en el ranking de las diez mejores de Europa en Inteligencia Artificial, por ejemplo, y fue quien propuso crear la Agencia al Ministerio de Ciencia. Pero, como comentó a ABC Javier Valls, uno de los investigadores más relevantes de la UGR en Derecho e IA y colaborador en la candidatura granadina, «faltó hacer lobby». «Ha faltado experiencia. Para conseguir metas grandes hay que saber mover todos los hilos y ha faltado picaresca», añade.

Por mucho que la elección de la sede se presentara en términos de competición por puntos, para el gobierno granadino los hechos demuestran que se trata de una decisión política. La elección de Sevilla como sede la Agencia Aeroespacial tampoco ha ayudado a Granada. Andalucía ya se quedó uno de los 'premios' del concurso. Y también Sevilla la gobierna el PSOE.

Frente al ruido granadino, en la acera gallega prefieren un perfil bajo tras la victoria coruñesa. En la Delegación del Gobierno se remiten a las explicaciones del Ejecutivo de Sánchez. La vicepresidenta primera, la coruñesa Nadia Calviño, visitó la ciudad tras la designación y defendió que había sido «una decisión no casual, sino debido al potente ecosistema del entorno». El PP no lo vio tan claro, y Alberto Núñez Feijóo, pese a felicitar a La Coruña, exigió a Sánchez «los parámetros y requisitos en base a las que se toman estas decisiones». Su sucesor en Galicia, Alfonso Rueda, celebró «la excelente noticia» de la elección coruñesa, aunque comprendió «la desilusión» de otros territorios: el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, por ejemplo, había llegado a acusar a Sánchez de «traicionar» a Madrid con la designación de Coruña y de Sevilla.

El Gobierno esbozó las razones de la decantación por La Coruña: la existencia de un grado universitario específico del área, la proximidad con Portugal, e incluso la existencia de una lengua cooficial. También sus mejores comunicaciones por mar y aire. En esa visita a La Coruña, Calviño se fotografió frente al edificio que albergará la Aesia con varios cargos socialistas, entre ellos la alcaldesa de la ciudad, Inés Rey. «Calviño está ahí cuando La Coruña la necesita», valoró Rey, que en mayo aspirará a repetir como alcaldesa. En declaraciones a ABC, el portavoz del gobierno coruñés, José Manuel Lage Tuñas, insiste en la transparencia de la decisión del Gobierno, recordando que «un comité» la tomó «por unanimidad». «Los criterios estaban fijados en el BOE con antelación», añade. Los tribunales tendrán la última palabra.