Rueda rechaza usar las instituciones para «arreglar cuestiones internas» ante los movimientos en el PSdeG
Espera que los nuevos destinos de Miñones y Besteiro no obedezcan únicamente a intereses de los socialistas
Sánchez rehabilita a Besteiro y le devuelve sus opciones a la Xunta
SANTIAGO
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Iniciar sesiónAlfonso Rueda y su gobierno han asistido al baile de sillas en el Gobierno central desde la distancia, pero una distancia relativa y en absoluto exenta de crítica. Este martes el presidente de la Xunta fue claro al expresar su expectativa de que la ... marcha de Miñones a Madrid, como ministro de Sanidad, y el regreso de José Ramón Gómez Besteiro a la política, para 'heredar' el cargo de delegado del Gobierno del exalcalde de Ames, «no sea un movimiento del PSOE para arreglar sus cuestiones internas».
En declaraciones a los medios en Pontevedra, preguntado por unos cambios a los que solo se había referido la víspera en Twitter —el lunes no tuvo ningún acto público en su agenda, tras aplazar la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, la reunión que tenían fijada en Bruselas, por «cuestiones internas»—, el titular de la Xunta reclamó que el recambio en la Delegación del Gobierno «se haga más en clave» de «pensar en Galicia» y en que «funcione la administración», y no a partir de «otras claves que no serían deseables».
Rueda se refirió así a la maniobra para preparar el terreno en el socialismo gallego de cara a las próximas elecciones autonómicas en la Comunidad, que previsiblemente se celebrarán en 2024. Con su regreso a la primera fila política, el rehabilitado Besteiro emerge como primera opción, con Miñones, promocionado al Consejo de Ministros, en la recámara como 'plan b'.
Rueda, ante los medios, no eludió extenderse sobre el particular. «Está claro que el liderazgo en el PSOE en Galicia, la sensación de provisionalidad constante, no ahora, pero ahora especialmente, en los últimos años, es algo conocido y sentido por todo el mundo», reflexionó. A partir de ahí, el mandatario autonómico no ocultó que se decanta por que «los partidos que están en la oposición estén bien organizados para hacer una oposición constructiva».
En el caso del PSOE, valoró que «si esto», en alusión a los últimos movimientos, «le sirve (...) para organizarse por fin, prefiero eso que la descoordinación y la falta de liderazgo que se percibía ahora mismo», abundó. Rueda remarcó que se pronunciaba «desde fuera» y «con todo el respeto», pero bien es cierto que no eludió la pregunta ni se refugió en la fórmula de no entrar a valorar cuestiones orgánicas de otras formaciones políticas. «Si esa es la consecuencia», apostilló, si con estos cambios se acaba la descoordinación en el PSdeG, «bienvenida sea».
Pero de nuevo retomó su aviso al socialismo gallego: «Si este movimiento simplemente busca eso, las instituciones no están solo para eso. Lamentaría que el único resultado práctico fuera que el PSOE intenta arreglarse externamente. Algo más hay que hacer desde el punto de vista de las administraciones y la lealtad institucional».
Nueva etapa
En todo caso, Rueda quiso dar públicamente la «bienvenida» a Besteiro, a quien ofreció plena «colaboración» por parte de la Xunta en esta nueva etapa. «Espero», subrayó, «que haya esa coordinación para que las competencias del Gobierno central en Galicia y las competencias de la Xunta que necesitan la colaboración del Gobierno central funcionen fluidamente». Algo «fundamental» en la «tarea» de un delegado del Gobierno, añadió, en lo que pudo interpretarse como un dardo a los dos años en el puesto de Miñones, caracterizados por la adhesión a ultranza al Ejecutivo central y la redifusión de la propaganda de Moncloa.
Este martes, no obstante, Rueda, como correspondía, solo tuvo palabras conciliadoras para Miñones, tras recordar que ya le había llamado en cuanto se divulgó el destino de su nuevo desempeño, para desearle suerte. Para Galicia, comentó, «siempre es una buena noticia que alguien que esté en una responsabilidad importante», en este caso como ministro de Sanidad, «sea gallego», en tanto «conocerá (...) mejor los problemas que existen aquí», y «lo tendrá más fácil para proponer soluciones».
El jefe del ejecutivo autonómico apuntó que son sobradamente conocidas las «demandas» de la Xunta en materia sanitaria, desatendidas, lamentó, durante la etapa de Carolina Darias, quien deja el cargo «sin tomar esas decisiones» que pedía Galicia, fundamentalmente disponer de más médicos. «Espero que el ministro Miñones sea más sensible a problemas que conoce perfectamente», emplazó en el primer día de éste en el cargo. Por parte del gobierno gallego, prometió mano tendida.
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