DEBATE DEL ESTADO DE LA AUTONOMÍA
Rueda llama a pensar «Galicia en grande» con «optimismo» frente «a los que se oponen a todo»
El presidente defiende un «autonomismo útil» en la reclamación de nuevas competencias al Gobierno central, al que reprocha que solo atienda las demandas «de las Comunidades que interesan al PSOE»
Reprocha a la oposición su rechazo a inversiones industriales como Altri, y que «deja a nuestra tierra sin alternativas para prosperar»
La Xunta reclamará al Ejecutivo el 6% de los fondos europeos «todavía sin movilizar» para el sector industrial gallego, porque «es lo que nos corresponde»

«Pensar Galicia en grande» y «en positivo», frente a «los que siempre y desde siempre están en el no». Alfonso Rueda ha abierto el Debate sobre el Estado de la Autonomía con un discurso largo, en el que ha defendido un «autonomismo útil» para seguir aumentando con ambición el marco competencial de la Comunidad, una hoja de ruta clara frente a las incertidumbres de la economía global y tomando «decisiones adecuadas» para «las próximas décadas», a pesar de que «no siempre se reciben con la comprensión» debida. El presidente de la Xunta ha reivindicado «una mezcla de realismo y optimismo propia de los pueblos que prosperan» y «confiar en nuestra tierra y nuestra gente, en lo que somos y en lo que podemos llegar a ser».
A su juicio, Galicia «debe conducirse desde el pragmatismo, la humildad y la apertura» en el actual contexto de incertidumbre generado por la guerra comercial derivada de la tormenta de los aranceles. Sus consecuencias e impacto «en las cifras macroeconómicas» –ha revelado– está siendo analizado por «un equipo específico» del Instituto Gallego de Estadística (IGE) adscrito a la Oficina Económica de la Presidencia. La información que se obtenga servirá para fijar «la reacción de nuestra comunidad ante este nuevo escenario», una posición que se coordinará «a nivel nacional y europeo».
Rueda se ha mostrado muy severo tanto con las posiciones «demagógicas» de la oposición en asuntos como Altri, como en el doble rasero del Gobierno central cuando se le niegan a Galicia concesiones que sí se otorgan a otros territorios. Pocas horas después de que se conociera la exclusión del proyecto de la pastera de los fondos para la descarbonización del Ministerio de Industria, el presidente ha reprochado a PSOE y BNG que digan «que hay que tener el tejido industrial del siglo XIX» y que «la gente tenga que marchar a trabajar donde sí hay oportunidades económicas del siglo XXI». «Dejan a nuestra tierra sin alternativas para prosperar», ha censurado a la bancada de la oposición, «no vamos a tolerar que los que llevan años intentando expedir títulos de buenos y malos gallegos puedan emitir también bula de buenas y malas empresas».
En un tono muy crítico, Rueda ha lamentado que el nacionalismo «esté en contra de la industria de fibras textiles, de una empresa gasística gallega, de los parques eólicos en tierra y el mar, en contra de las centrales hidráulicas, de la minería y del turismo». «¿De qué están a favor», ha preguntado, y ha reprochado al PSOE que haya adoptado una postura contraria a Altri «vergonzosa, medio pensionista». El presidente ha advertido que la Xunta estará vigilante para ver «dónde va esa inversión» tras ser negados los fondos del Ministerio, y dio la «enhorabuena» a la oposición por «lograr que no venga» ese dinero a Galicia, en un contexto en el que «muchas empresas están muy pendientes si nuestra tierra se acaba convirtiendo en un lugar hostil para la inversión». «Es muy revelador que el Gobierno se afane en buscar pretextos para no financiar los proyectos industriales que cumplen con la normativa», ha apostillado.
Así, ha considerado que existe una doble «vara de medir ambiental» más baja en otros territorios que la que se aplica a Galicia, donde para la concesión de fondos «se nos exige lo que no se exigió a otros proyectos» que sí contaron «con asignaciones millonarias», en Comunidades «que le interesan al Gobierno». «No toleraremos discriminación con los fondos europeos ni exclusiones basadas en excusas de mal pagador», y ha anunciado que la Xunta reclamará al Ejecutivo de Pedro Sánchez «que destine de manera directa» 1.300 millones al sector industrial gallego, «que es el porcentaje que nos corresponde por nuestro peso económico», el 6% de los 18.260 millones «guardados en los cajones de los ministerios». «El Gobierno y la oposición tienen la oportunidad de demostrar su compromiso con Galicia», ha insistido.
Y «frente a la negativa preventiva de los de siempre», Rueda se ha mostrado favorable a que «Galicia pueda contribuir a que la Unión Europea gane autonomía estratégica en el ámbito de los materiales críticos», después de que el proyecto para una mina de litio en Doade (Orense) haya recibido apoyo comunitario. «Si nuestro subsuelo tiene potencial para impulsar el desarrollo del continente, Galicia estará ahí, en la apuesta por una minería sostenible, respetuosa con el medio ambiente» y que genere retorno en el territorio, ha señalado.
Por último, también en el ámbito industrial, el presidente gallego ha avanzado una apuesta decidida por el sector aeroespacial, aprovechando la ventana de oportunidad que se abre con las políticas de inversión en defensa, en previsión «de que la demanda se puede incrementar exponencialmente en los próximos años». Para eso, la Xunta invertirá «en los próximos cinco años más de 180 millones de euros» en el polo de Rozas (Lugo) a través de distintos programas. «Galicia estará ahí, a pesar de las críticas que vamos a tener», ha añadido.
Críticas a Gobierno y oposición
A lo largo de la cerca de hora y cuarenta minutos de intervención -en lo que ha sido el discurso parlamentario más extenso de Rueda desde que es presidente-, han sido constantes las críticas directas y veladas tanto a los dos partidos de la oposición como al Gobierno de España, por lo que la Xunta entiende que es una postura desleal con Galicia. «No es normal que se nos discuta siempre», se ha lamentado Rueda, que ha puesto como ejemplo el largo itinerario recorrido hasta que se ha materializado la transferencia de la gestión del litoral. «Resulta muy difícil de entender que, mientras que a otras comunidades que no necesito mencionar se les tolera y aplaude todo, nosotros tengamos que acudir a una comisión bilateral a pelear la constitucionalidad» de distintas iniciativas. «Es deseable tener una relación lo más fluida posible con el Gobierno central, pero eso requiere que exista una mínima correspondencia, y si existe», la Xunta «será la primera en reconocerla».
Alfonso Rueda ha adelantado la voluntad de su gobierno de solicitar «la gestión de los permisos de trabajo, que ya tienen en otros lugares de España», dado que «es necesario un procedimiento exprés que permita que las personas de fuera de la UE puedan trabajar en Galicia con todos los papeles en regla», una situación que el Gobierno «no está sabiendo gestionar». También ha recordado que sigue pendiente la transferencia del Ingreso Mínimo Vital, «comprometido hace tres años».
Igualmente, ha invitado al Ejecutivo a reflexionar sobre la idoneidad de ir amontonando bonificaciones para los usuarios de la AP9, a razón de «84 millones de euros cada ejercicio» cuando «según los cálculos bien hechos de los técnicos, con 2.400 millones podría recuperarse la concesión». «O rescate o transferencia, o mejor primero rescate y después transferencia», porque «es insultante seguir escuchando promesas incumplidas de gratuidad» al tiempo que resulta «insostenible» el bloqueo al debate en el Congreso del traspaso de la autopista.
Tampoco ha quedado sin abordar la quita de deuda autonómica propuesta por el Gobierno Central. «Dudo que haya un solo gallego que crea» que esta decisión «se toma pensando en los intereses de nuestra tierra», sino más bien «en los intereses de los de siempre». «La mutualización de la deuda no supone más fondos para mejorar los servicios públicos, algo que sí se lograría con una nueva financiación autonómica», ha señalado, y el «reparto» de la deuda «está logrando el sinsentido de que la gestión razonable se convierta en una gestión castigada, porque todos los incentivos y todos los premios van para las Comunidades que gestionaron peor».
En respuesta vespertina a Besteiro, Rueda ha incidido en que la condonación «es un negocio ruinoso para Galicia», porque no va a implicar que esos 4.010 millones puedan redirigirse a gasto, si bien se ha mostrado incluso favorable a aceptarla si, al mismo tiempo, se aprueba el nuevo modelo de financiación autonómica.
Una y otra vez Alfonso Rueda ha contrapuesto las decisiones y medidas impulsadas por su Gobierno con una oposición instalada «en el no», «en la demagogia», en «medidas que fracasaron» o dar lecciones de economía «a quien no gestionó un euro en 25 años», un dardo directo a la nacionalista Ana Pontón.
A los portavoces de la oposición les ha dedicado dos golpes dialécticos. Al líder socialista le ha cuestionado que «no trabaje los viernes»; y a Ana Pontón le ha recordado que «cuando haya que dejar la política, y veremos quién lo hace antes», él sí dispone de un puesto de trabajo –como funcionario–, a diferencia de ella. «La Galicia del sí quiere menos dogmas y más puestos de trabajo», ha recetado a la oposición, «menos protestas y más propuestas, menos crispación y más consenso en las cosas fundamentales».
Anuncios fiscales y legislativos
«Galicia no va a subir impuestos», ha proclamado Rueda en el capítulo fiscal, recordando que las decisiones adoptadas desde 2009 han ahorrado a los gallegos 300 millones de euros en tributos, a los que se añaden los 34 del presente ejercicio. Dentro de las próximas desgravaciones, ha avanzado que se incluirá el de los gastos en libros de texto para las familias que no se ven beneficiadas por los bonos autonómicos, y que podría alcanzar los 105 euros por alumno. También ha adelantado la implantación de un bono para incentivar el consumo de pescado fresco de 50 euros, con el que se pretende llegar a 50.000 consumidores, o la administración de la vacuna intranasal de la gripe en colegios a través de un proyecto piloto.
Otros dos anuncios relevantes han estado referidos a viviendas y residencias de mayores. Por un lado, se pondrá en marcha un nuevo programa de ayudas «para rehabilitar, renovar y asegurar inmuebles vacíos que vayan a salir al mercado del alquiler», para contratos «de un mínimo de cinco años» de duración, por una cuantía de 12.000 euros y que podría verse incrementada «cuando se alquile a gente joven o familias con niños pequeños». Por otro, se lanzará «a lo largo de la legislatura» el «plan de construcción de residencias más ambicioso de la historia de Galicia», y que «de la mano del sector» se construirán «24 centros con 1.800 plazas» en concellos con menos de 50.000 habitantes, incrementando en un 15% la oferta existente. «Cuando hay un problema, algunos teorizan, otros hacen demagogia, la Xunta actúa», ha sentenciado.
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