Rueda evidencia que PSOE y BNG conocían el proyecto de Altri
La oposición apoyaba el proyecto antes de las elecciones, y ya sabía que era de fibras textiles a base de celulosa
Los socialistas aseguran que, si de ellos dependiese, no darían financiación pública a la iniciativa

La implantación de la fábrica de Altri en Palas de Rei volvió a acaparar la jornada de este miércoles en la Cámara gallega, en la sesión de control al presidente. Socialistas y nacionalistas acumularon sus preguntas, y tanto José Ramón Gómez Besteiro como Ana ... Pontón compartieron parte de los argumentos, acusando a la Administración gallega de «mentir» y promover una macrocelulosa encubierta, un proyecto «político» del que la Xunta del PP hace «propaganda». Críticas a las que el presidente respondió echando mano de la hemeroteca, insistiendo en el cambio de postura de los grupos de la oposición después de las elecciones autonómicas del año pasado. O pecan de «ineptos», denunció, o de «mentirosos», o de ambas cosas a la vez, insistiendo en el apoyo que la izquierda dio en su momento a la iniciativa. Negó, además, que se haya modificado el proyecto; y reafirmó que oposición sabía desde el primer momento que era una planta para producir fibras textiles a pase de pasta soluble celulósica, por mucho que ahora trate de hacer ver lo contrario.
«Altri, el relato de una gran mentira». Con estas palabras empezó el secretario xeral del PSdeG su intervención, que aseguró que el PPdeG hizo de este un «proyecto político», dispuesto a hacer «posible lo imposible» para que salga adelante. «Altri se presentó como un proyecto de fibras textiles», que crearía «2.500 empleos», que sería «autosuficiente energéticamente» y «económicamente viable». Cuestiones que Besteiro puso en duda, insistiendo en que se trata de una macrocelulosa que no es ni viable, ni solvente ni, ante todo, rigurosa.
«Ahora ya sabemos por qué el PP quería gestionar los fondos públicos y los fondos europeos, ahora lo tenemos claro, porque si por ustedes fuese, hoy, los 250 millones ya estarían en manos de la empresa y ya se estaría construyendo el proyecto empresarial», aseveró, recuperando uno de los argumentos que ya usó esta semana. Pero el mensaje que el socialista quiso dejar claro fue otro: si dependiese de ellos, aseguró Besteiro, «este proyecto recibiría cero euros públicos, porque ni cumple, ni lo merece».
«Atentado ecológico»
Tras él, tomó la palabra la portavoz nacional, Ana Pontón, que comenzó por poner en valor la marcha del sábado en A Pobra do Caramiñal, «donde miles de personas dijeron 'Altri Non e Galicia sí'», gallegos a los que los populares llaman «alborotadores y propagadores de bulos». «Llevo meses haciendo la misma pregunta que no ha sido capaz de responder», reiteró al presidente: «Altri es una empresa portuguesa. Si la macrocelulosa es tan buena, ¿por qué no la quieren en Portugal?».
A renglón seguido, sacó a relucir el episodio de incendios de 2017 que padeció el país vecino, que acabó con la vida de 111 personas. Desde entonces, el gobierno luso tomó la «importante» decisión de prohibir la plantación de eucaliptos, moratoria que en Galicia termina a finales de este año. «¿De verdad está dispuesto a convertir a Galicia en un gran eucaliptal y nuestros montes en un polvorín en pleno cambio climático?», preguntó, con una «macrocelulosa que envenenaría al río Ulla y a la ría de Arousa». Se trata, aseguró, de un «atentado ecológico», con el que el presidente gallego «roza la prevaricación». Más tarde, insistió en que el proyecto pasó de ser una fábrica de fibras textiles a, una vez publicado en el DOG, una macrocelulosa, a pesar de que el texto hace referencia a una «industria de fibra textil a base de celulosa».
Dos intervenciones en las que el mandatario gallego afeó «disparates» y «bulos», recordando a la nacionalista, primero, que él en ningún momento acusó a los manifestantes de mentirosos, sino a los miembros del BNG. Tanto sus argumentos como los de los socialistas se fundamentan, reiteró, en que ellos no conocían el proyecto, a pesar que lo apoyaron durante mucho tiempo, llegando incluso a ofrecer municipios en los que ellos gobernaban. El PSdeG la pedía, en general, para A Mariña, comarca socialista por excelencia. El BNG, para Ribadeo.
Pero el presidente no repitió estos argumentos, que ya empleó en otras ocasiones. En cambio, se remitió a la hemeroteca, recordando que en 2022 ya había trascendido a la prensa que Altri estaba diseñando dos fábricas en una sola planta, una de lyocell y la otra de su materia prima, la pasta soluble de celulosa. Un material que, tal y como destacan desde la pastera, se empleará únicamente para producir otros materiales textiles.
Pero eso no fue todo. El Grupo Parlamentario Socialista presentó en marzo de 2023 una proposición no de ley en la que, tal y como recordó el presidente, aparece reflejado que Altri «anunció una inversión de más de 850 millones de euros para generar más de 2.500 empleos directos e indirectos en la creación de una biofábrica de fibras textiles sostenibles, que anunció que estaría operativa en 2026». Más allá de los plazos, que han variado, el resto del contenido es idéntico a lo recogido en el DOG de marzo de 2024, cuando el proyecto salió a exposición pública –exceptuando que, en vez de referirse a pasta soluble celulósica, se refieren a pasta de papel, algo que la empresa no va a producir–.
Mismas cantidades
En todo caso, las cantidades se corresponden con los proyectado hoy en día: 200.000 toneladas anuales de pasta y 60.000 de lyocell, que, más adelante, ascenderían a 200.000. Esto es, la empresa prevé producir, una vez esté a pleno rendimiento, 400.000 toneladas de pasta soluble celulósica al año y transformar la mitad en lyocell dentro de las mismas instalaciones, lo que la convertiría en la única fábrica del mundo en integrar ambos procesos.
En este mismo documento, que fue aprobado sin votos en contra y con la abstención del BNG, los socialistas instaban a la Xunta a «poner a disposición de la empresa promotora de la planta de fibras textiles en Palas de Rei el asesoramiento técnico y económico para conseguir la financiación necesaria del proyecto y acudir a convocatorias del Perte establecidas por el gobierno de España, con garantías para la consecución de unos fondos esenciales para su puesta en marcha». Una petición absolutamente contraria a la postura que hoy en día mantiene el grupo. «¿Cuál es la diferencia?», preguntó Rueda, respondiéndose acto seguido: «Que llegaron las elecciones y de repente se pelean por derribar aquello que pensaban inaugurar».
El eucalipto, materia prima
Es más, según recordó, la información que le trasladó al Presidente, Pedro Sánchez, en la primera reunión que mantuvo con el, en julio de 2022, era «exactamente la misma» de la que disponía la oposición. Se habló entonces de dos líneas de producción –lyocell y pasta soluble–, a partir de madera, preferentemente de eucalipto certificado –entre 0,9 y 1,4 millones de metros cúbicos, como mantiene la empresa–; así como de 2.500 empleos directos e indirectos y de la necesidad de contar con fondos de los Perte.
Por lo tanto, la conclusión a la que llegó el presidente de la Xunta es que, o bien la oposición no lee sus propias propuestas y no sabe lo que vota, o manipula el relato deliberadamente. «Maldita hemeroteca y maldito diario de sesiones. O son ineptos, o mienten, o ambas cosas», aseveró, insistiendo en que, en todo caso, el debate ambiental «está cerrado».
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