Rueda insiste en que el 28-M tendrá una «transmisión directa» a la política nacional

Si bien, señaló, desde las filas del PSdeG «van a querer ocultarlo», Rueda subrayó la importancia de no quitarle foco a que «después de unas elecciones, vienen otras»; y que el 28-M «también va a servir para otras cosas», porque «cada voto en las urnas en mayo (...) va a tener una transmisión directa a Moncloa, para decir: '¿Ves? Ya puedo seguir haciendo lo que estoy haciendo que a este gente no le importa, me apoyan, porque votó a mi partido'», tiró de pedagogía Rueda, que arropó a Nico Montes, candidato a la alcaldía de Tui.

De paso, censuró el «espectáculo que vimos esta semana», en alusión a la fractura evidenciada en el Congreso en el gobierno de coalición, los dos bloques partidos por la reforma de ley del 'solo sí es sí'. Sánchez, reprochó, «no fue capaz ni de ir» a la Cámara Baja «para no tener que reconocer allí» que la norma, «que está echando tanta gente a la calle, rebajando penas» a agresores sexuales, «va a cambiar, va a acabar eso gracias a los votos del PP». «¡No fue capaz de estar allí para dar la cara y decirlo!», clamó.

En Negreira (La Coruña), donde acudió a la comida popular del PP local, afloró el nombre de Valentín González Formoso, a quien Rueda aludió como «jefe teórico» del PSdeG, el día después de que confirmara que vuelve a concurrir a la alcaldía de As Pontes; y el mismo día del Comité Nacional del PSOE gallego. Rueda afeó a Formoso que empleara la expresión «campo de batalla» para referirse a las municipales, y dijo a los suyos que «esto no va de unos contra otros».

Por su parte, Diego Calvo, presidente provincial del PP coruñés, dijo de Formoso que es «un líder que no quiere ser líder», que «no quiere ser presidente de la Diputación, sino alcalde de su Ayuntamiento». «Se debería preocupar más por Galicia», criticó, en declaraciones recogidas por Ep, y en cambio demuestra que el PSdeG apenas es «una sucursal de Sánchez» y «no tiene ningún proyecto».