Rueda defiende que las medidas sanitarias no se adoptan para «apaciguar ningún malestar»

Es el caso, pues se le preguntó de forma específica, de las facilidades para compatibilizar el ejercicio de la medicina en el ámbito público y el privado, saludadas por los propios profesionales. Rueda enfatizó que el propósito es «evitar que más médicos abandonen» la pública para ejercer solo en la privada, dado que es la falta de facultativos, precisamente, uno de los «grandes problemas» de la sanidad. De eso se trata, pues: de «retener» a los médicos en la pública con independencia de que sigan en la privada.

Y es una medida más, de todas las que se han aprobado esta legislatura, de forma intensa en las últimas semanas. Pero tanto el propio Rueda como su conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, ya dijeron antes de la manifestación que no se trataba de contraprogramarla, en contra de lo que apuntó tanto la oposición como, de la mano, los convocantes —un supuesto intento de «enfriar» la movilización, de calmar los ánimos a base de exhibir voluntad de implementar novedades desde San Lázaro—.

Rueda reiteró este jueves lo que ya dijo el mismo domingo, cuando calentaba motores la manifestación: que él no piensa en la sanidad «un día», como «hacen algunos» cuando toca exhibir músculo en la calle, en alusión evidente a BNG y PSdeG, y por «intereses políticos»; sino «todos los días» y con «medidas continuas». Y en ese contexto se enmarcan las últimas decisiones, sin que ninguna vaya «directamente encaminada» a calmar las aguas.

Al mandatario se le volvió a emplazar a defender la gestión sanitaria cuando se le preguntó si no es el talón de Aquiles del PP al frente de la Xunta, desde la llegada al poder de Alberto Núñez Feijóo. Como argumento, la decena de manifestaciones convocadas en este tiempo. Y cómo encaja este bagaje con la crítica habitual al Gobierno como principal responsable de los males de la sanidad pública. Rueda recogió el guante sin desviarse de la línea habitual, tras advertir de que su réplica no iba a generar ninguna «sorpresa». Tanto fue así que se atuvo a la convicción, plasmada en cada rueda de prensa, de que «muchas de las cosas que hay que solucionar» en este ámbito, a nivel no ya regional, sino nacional, «no dependen de nosotros», sino que «dependen del Gobierno central».

El presidente autonómico volvió a censurar que ese mismo Gobierno se limita o bien a ejercer de «tertuliano» o incluso a sumar nuevos problemas a los ya existentes, como demuestra el hecho, explicó, de que vaya a ser todavía más difícil que los centros de salud cumplan los criterios para ejercer la docencia de nuevos profesionales sanitarios. «Va a ser aún más complicado», afeó, con requisitos «más duros», cuando justo se pide desde las autonomías que se haga lo opuesto. Cuando no surge un nuevo hándicap, se «atornilla» alguno que ya había, lamentó.

Pero al tiempo insistió también en que esto «no quiere decir que nosotros no tengamos cosas que hacer», sino simplemente que «los problemas de la sanidad pública son generalizados» en España; «no son ajenos» a Galicia, pero demandan una «solución global» en la que Pedro Sánchez, al frente de La Moncloa, tiene una «parte importante de la solución».

De paso, rechazó la acusación de nacionalistas e izquierda en Galicia de que el «problema» sean las supuestas «privatizaciones» o los «recortes» decretados desde la Xunta. Sobre lo primero, respondió que, con el PP, el gobierno gallego destina menos dinero público a conciertos que el bipartito. Y también con respecto al cuatrienio que concluyó en 2009, puso sobre la mesa los 1.300 millones de euros de diferencia en las cuantías de los Orzamentos para sanidad pública.

El de este jueves fue, en materia sanitaria, un Consello relativamente tranquilo en comparación con los anteriores, pero el gobierno gallego incluyó en su orden del día el inicio del procedimiento urbanístico para aprobar el proyecto del centro de protonterapia, en el entorno del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago.

Para acortar al máximo los tiempos de tramitación, se propuso emplear el procedimiento incluido en la Ley 3/2016, de medidas en materia de proyectos públicos de urgencia o excepcional interés. El objetivo, recordó el presidente, es que en junio de 2025 ya se pueda atender pacientes.