Rueda carga contra los ministros «de vacaciones» que solo vuelven para manifestarse

A diferencia de la última precampaña electoral gallega, en enero de 2024, cuando la líder de Sumar se remangó los pantalones para recoger pélets en algunas de las playas a las que llegó el vertido de microplásticos de un carguero con bandera de Liberia, en lo que llevamos de mes de agosto no se le ha visto pisando el terreno afectado por las llamas, el humo y la ceniza, a pesar de estar disfrutando de su descanso estival en su Galicia natal.

Pero las críticas de Rueda se extendieron contra el resto del gabinete de Sánchez. En concreto, cargó contra «la agresividad de algunos ministros durante los primeros días que, sin dejar de estar de vacaciones», tiraban de redes sociales para criticar la gestión de las comunidades autónomas y tratar de ocultar así su «ausencia», y disimular que en un primer momento consideraron «que esto era una cosa de las comunidades autónomas y de nadie más, hasta que se dieron cuenta de que si arde buena parte del país el gobierno del país algo tendrá que decir», añadió.

El presidente gallego quiso referirse especialmente a las declaraciones del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que aseguró que los gobiernos autonómicos tardaron en pedir ayuda, y reprochó los «disparates» de la directora de Protección Civil, que este miércoles acusó a las comunidades de pedir «cosas imposibles», en referencia a los efectivos de refuerzo solicitados al Gobierno central.

«Nosotros pedimos medios al Gobierno. No tuvimos todos los que pedimos. Sobre todo, cuando le pedimos al presidente la movilización del ejército. Se hizo una lista creo que bastante comedida, elaborada por los técnicos que estaban en el centro de coordinación, y de todo lo que pedimos muchas cosas no llegaron», explicó Rueda. «Necesidad de más medios, sí. Atendidas todas las necesidades, tengo que decir que no. A partir de ahí desconozco si es porque no se podía o por cualquier otra razón, pero hubiéramos necesitado más medios en los momentos más complicados, eso es verdad», zanjó.

Así las cosas, Alfonso Rueda insiste en que va «a intentar perder poco tiempo en contestar a algunos o a algunas que ahora van a manifestarse políticamente y que hasta el día de hoy han estado de vacaciones», pero avanza que no va a dejar sin aclarar las «cosas que se están diciendo y que no son verdad». Lo hará, eso sí, dice, una vez estén apagados los incendios y las ayudas anunciadas estén en el bolsillo de los afectados. Está previsto un Consello de la Xunta extraordinario la semana que viene para empezar a articular su tramitación. Sí quiso negar, entre tanto, que hubiera motobombas de la Xunta paradas, sin trabajar, o bajas de brigadas forestales sin cubrir.

En cuanto a la valoración de los fuegos, el presidente gallego cree que «la situación anima al optimismo, pero sin bajar la guardia». El incendio de Larouco, con más de 30.000 hectáreas de superficie calcinadas, es el que más sigue preocupando, pero, según indicó, los técnicos están ya trabajando para perimetrarlo antes de darlo por estabilizado. En ese sentido, acompañado por la conselleira de Medio Rural, María José Gómez, y por el alcalde de Quiroga, José Luís Rivera, aprovechó para volver a agradecer el esfuerzo de los operativos de extinción: «Muchísimas gracias una vez más a los que trabajaron y están trabajando en este incendio. Muchos efectivos, por supuesto, de la Xunta de Galicia, las brigadas de extinción, Unidad Militar de Emergencias (UME), Guardia Civil, Protección Civil; los vecinos, que en los momentos más duros echaron una mano fundamental».

Sobre el operativo en general, Rueda habló de un «magnífico trabajo», aunque «no somos perfectos, claro que habrá cosas que mejorar», pero destacó el hecho de que no haya habido víctimas mortales gracias a centrar las tareas de extinción en preservar las poblaciones, algo complicado teniendo en cuenta la dispersión de Galicia, en vez de limitarse a proteger masa forestal a toda costa para reducir el número de hectáreas arrasadas.

Sin embargo, para Ana Pontón, el operativo de la Xunta responde a la «improvisación». Durante una visita al concello de Vilar de Barrio, afectado por el incendio iniciado en Maceda que ya se llevó por delante 3.500 hectáreas, pidió explicaciones y aseguró que «esta crisis debe marcar un punto de inflexión en las políticas forestales y de prevención». Por su parte, el delegado del Gobierno, Pedro Blanco, garantizó desde Valdeorras el apoyo del Ejecutivo central para colaborar en la reconstrucción.