El reto de adaptar el banco a todas las generaciones

Conscientes de ello, desde Abanca le han dado una vuelta al asunto y llevan desde el año pasado promoviendo cursos de digitalización y educación financiera en concellos de toda Galicia enfocados, sobre todo, a las personas mayores. En 2022 realizaron más de medio centenar de estas 'masterclass', y fueron más de 600 personas, calculan, las que se aprovecharon de ellas. Es, en esencia, para que las personas a las que más les imponen los cambios digitales «adquieran seguridad y autonomía para realizar sus operaciones financieras», explica Patricia Rodríguez, una de las formadoras. Aunque los interesados suelen ser personas mayores, «no es solo cuestión de edad», sino que pasa con las «gasolineras de autoservicio. Si nadie te ha enseñado cómo funcionan, no sabes muy bien cómo utilizarla», ejemplifica su compañero, Carlos Saco.

Desde hace unos años, en toda entidad bancaria está restringido el servicio de caja en mostrador durante determinadas horas del día. En el caso de Abanca, excepto los primeros y los últimos días del mes, que es cuando se retiran las pensiones, después de las 11.00 no se dispone de este servicio. A no ser que se tengan más de 65 años. La intención es liberar a los empleados de trámites que se puedan hacer en cajeros, pero muchas veces, a personas no acostumbradas, les cuesta. En muchas ocasiones, es necesario que se manejen con soltura: Abanca es única entidad en más de 140 concellos, en la que mantienen los cajeros (u oficinas) para dar cobertura a toda la población del rural. Y es precisamente allí donde más reclamados están estos cursos. «Somos la comunidad autónoma en la que más municipios están en inclusión financiera. De los 313 concellos, en 300 hay presencia de Abanca», reivindican.

Cuentan los formadores que «las principales barreras son el mido a usar una maquina nueva». El 'a ver si me equivoco, a ver si no lo sé hacer bien', pero una vez superado el miedo, todo es mucho más sencillo. La inseguridad sobre que se quede dentro la tarjeta, por ejemplo, se bate gracias al 'contactless': muchos mayores no conocían esta posibilidad, que ahora agradecen.

Desde hace ya varios años a todos nos llegan, en mayor o menor medida, intentos de estafa. SMS o correos pidiendo nuestras credenciales de la banca electrónica. Aunque parezca paradójico, los mayores no tienen por qué ser las víctimas más fáciles. «Ellos mismos ya son muy desconfiados», por lo que evitan hacer cualquier tipo de trámite sin consultarlo con sus familiares o empleados del banco. De todas maneras, la regla número uno para estos casos es «olvidarte del mensaje y hablar con la oficina». Ni Abanca ni cualquier otro banco solicitarán nunca usuarios ni contraseñas, pero «siguiendo los tres o cuatro pasos» que indican los formadores durante estos cursos, es imposible ser víctima de una ciberestafa. «Prácticamente empezamos el curso con la seguridad, y es la parte que más agradecen», cuenta a ABC Saco.