Rajoy invita a que el 28M «se opine sobre lo que está pasando en España»
Elecciones municipales
El expresidente del Gobierno celebra que el PP vuelva a estar unido alrededor de Feijóo y que hoy represente «unas siglas que suman»
La campaña de las elecciones del 28M, en directo
SANTIAGO
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónMariano Rajoy ha irrumpido el sábado en la campaña de las municipales en Galicia con un baño de masas en Bouzas, y ayer tuvo un capítulo –algo más modesto– en la comarca de Compostela. El mensaje, no obstante, es el mismo: la cita del ... día 28 sigue una lógica municipal y –allí donde toca– autonómica, «pero es una magnífica oportunidad para opinar sobe lo que pasa en España; donde se ha constituido un Gobierno Frankenstein que no está cuidando a nuestro país como debiera». El expresidente se alinea con la retórica del PP en estos comicios, que quiere convertir en una primera vuelta de las generales de final de año, un test al que el PSOE tampoco renuncia.
Rajoy ha enumerado alguna de las normas que, a su juicio, deberían llamar a un voto crítico contra el Ejecutivo de Pedro Sánchez: «la ley de la malversación, la secesión, la vuelta al pasado –en referencia a la de Memoria Democrática–, la ley terrorífica del 'sí es sí', la de los transexuales, ahora la de vivienda o los okupas», normas todas «aprobadas por el gobierno Frankenstein» y partidos «como el socialista o el BNG, y los independentistas catalanes».
«Conviene que la gente lo tenga en cuenta, como la subida de la cesta de la compra o las hipotecas», ha recomendado durante sus breves palabras a los periodistas, flanqueado por el candidato del PP en Compostela, Borja Verea, y la nº2 del PPdeG, Paula Prado. «Aquí se eligen alcaldes pero también se hace un posicionamiento político sobre nuestro país», y ha trazado una analogía con el año 2011, «donde tuvimos un buen resultado [en municipales] y ganamos con mayoría [absoluta] en diciembre».
Para Rajoy, el resultado que obtenga el partido el día 28 «importa y mucho», por tratarse «de la primera elección que se celebra desde las generales del 2019 donde vota toda España». A eso añade que el PP es «el partido más unido de España» y cuya sigla «está prestigiada» desde la llegada a la presidencia nacional de Alberto Núñez Feijóo. «En este momento la sigla aporta», y descartó que la ola favorable que se percibió meses atrás con claridad se esté diluyendo. «En ningún caso», ha remarcado, «la gente que quiere que cambien las cosas sabe que la única alternativa viable frente a esto que estamos viviendo en España es el PP». Y como Rajoy sin retranca no sería Rajoy, reconoció que este diagnóstico «es estupendo, porque hemos vivido etapas mejorables».
Preguntado por la prensa para ponerle nota a Feijóo y Alfonso Rueda –del que ayer se cumplía un año de su toma de posesión como presidente de la Xunta–, Rajoy esquivó el lance a su manera. «Las notas en España solo las pone el señor Tezanos, y yo no tengo ese nivel», si bien ha reconocido el buen hacer de Rueda y el hecho de que no sea un político «prepotente, que en los tiempos en que vivimos empieza a ser importante; que entiende a la gente y que habla con todos».
«Más joven que Bugallo»
Fuera de los corsés de la política en activo, Mariano Rajoy se encuentra como pez en el agua. Podría incluso ser como esas truchas que empezó degustando a media mañana en Sigüeiro, uno de esos municipios del área compostelana que desde hace años se le resiste al PP. «Págate una ronda», le pidieron con guasa unos participantes en la Festa da Troita. Gustoso, Rajoy accedió, aunque la que sacó en realidad la cartera fue Paula Prado, su escolta en estos dos días de campaña por Galicia.
La comparación con 2011 trae buenos recuerdos, precisamente, al PP de la capital gallega. Fuela única ocasión en que logró mayoría absoluta en el Pazo de Raxoi, aunque Pilar de Lara acabase convirtiendo la alegría en una letanía de lamentos y malos recuerdos. Entonces, el PP batió a un Bugallo que ya daba síntomas de agotamiento. Esa es el diagnóstico que hace ahora Borja Verea, al que las encuestas dan como ganador, aunque lejos todavia de la imprescindible mayoría absoluta. Sin ella no tendrá gobierno.
El aspirante popular se ha desmarcado en este inicio de campaña con una ambiciosa propuesta para la ciudad: el soterramiento del tráfico en el eje de la Senra, Virxe da Cerca y la Plaza de Galicia, uno de los nudos viarios más complejos de Compostela. A su juicio, la respuesta en tromba del PSOE despreciándola es la mejor muestra de que hay necesidad de cambio en la ciudad. El partido cree que hay una clara tendencia al alza, y que tienen consolidado el concejal nº 11, por más que Sondaxe ayer rebajara la expectativa a 9. A los populares no le salen los números, y confían en un candidato al que ven cada día más asentado en la calle y con un mayor grado de conocimiento.
Rajoy no ha dudado el sábado en colmar de elogios a Verea, apuntando además que él –incluso– es «más joven que Bugallo, les invito a que lo vean». Y por si el alcaldable no lo sabía, ya se encargó de explicarle, desde la Plaza del Toural, su conexión con Compostela. «En esa casa he dormido yo muchas veces –en referencia a la vivienda de su abuelo, el galleguista Enrique Rajoy, donde se redactó el Estatuto del 36–; a cien metros he estudiado en el Colegio de las Huérfanas; 500 metros después me licencié en Derecho –en la antigua Facultad de Mazarelos–, y a otros 150 de aquí me dieron el despacho de director general, cuando la Xunta no tenía edificios y alquilaba pisos», en los primeros años de la autonomía.
El paseo de Rajoy ha transcurrido con tranquilidad, quizás demasiada. Poco vecino y mucho turista en una zona vieja que a esa hora del mediodía se alborota para la misa del peregrino. Fotos con una despedida de soltera, algún curioso que convierte al alcaldable en decorado y remonte rúa del Franco hacia arriba hasta la Alameda, donde se intuye la Ascensión que viene.
Un señor de Ceuta se paró frente a Rajoy y le extendió la diestra, a lo que este respondió estrechándosela con amabilidad. «Le ha dado usted la mano a Pedro Sánchez», replicó el viandante desvelando su nombre. «Pero al bueno», ha salido Rajoy con rapidez.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete