Consejo de Política Fiscal y Financiera
La 'quita' «asimétrica» que defiende Hacienda, el «peor escenario» para Galicia
La propuesta sigue criterios de carácter político, no técnico, abriendo la puerta al riesgo moral favoreciendo a aquellas que descuidaron más las cuentas públicas

A pesar del desplante de los portavoces populares en la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera, el acuerdo pactado entre Gobierno y ERC llegará al Congreso para alcanzar el rango de ley, para lo que se necesitará una mayoría en la que ... entran en juego los socios parlamentarios del PSOE, y sus exigencias podrían variar el contenido del texto final, en el caso de acuerdo.
Sin desdeñar estas posibles variaciones, la propuesta de 'quita' defendida por el ministerio de Hacienda incluye unos criterios «sin ningún tipo de justificación técnica y que únicamente pueden tener una justificación política», indica la profesora de Economía Aplicada en la Universidad de Santiago de Compostela (USC).
La primera fase de esta mutualización, que en su conjunto no supone más que un «apunte contable» -al pasar la deuda de una administración a otra, la central, que asumirán todos los contribuyentes españoles-, considera la población ajustada como criterio, lo que la convertiría en equitativa al usar un elemento común para las regiones -como podría ser el PIB-, salvo porque solo responde al 75% de la 'quita'.
El 25% restante se divide en dos partes. Por una banda, se establece que como mínimo se debe condonar un 19% del total de la deuda de cada autonomía, por lo que compensa a aquellas más endeudadas con 11.500 millones de euros adicionales, de los que 6.300 corresponden a Cataluña. Por último, la tercera fase recoge otra 'corrección' para beneficiar a las comunidades que aumentaron impuestos durante la crisis financiera, frente a aquellas que optaron por contener el gasto, lo que vulnera la autonomía fiscal de las comunidades autónomas.
«Lo que vemos es que a cada ciudadano de Andalucía, Castilla-La Mancha, Murcia, la Comunidad Valenciana y Cataluña se les hace una quita de 2.284 euros, mientras a otras comunidades, entre ellas la gallega, de 1.369. Es decir, hay una diferencia de casi 1.000 euros per cápita en esa condonación», explica Cadaval. En este escenario, Galicia solo recibiría la condonación de la primera fase, que si en vez de ser el 75% comprendiese el total de la quita, pasaría de 4.010 millones al entorno de los 6.000.
Riesgo moral
El hecho de favorecer a las autonomías que han descuidado más la salud de sus cuentas, por una u otra razón, añade además un «incentivo perverso», un mensaje por el que se da entender que aquellas que gastan más o descuidan su deuda serán perdonadas. Lo que en economía se denomina como riesgo moral. Utilizando el símil con el seguro de un coche, Cadaval lo ejemplifica: «¿Cuál es el incentivo que tienes tú para tener cuidado de aparcar bien el coche, que no te lo rayen, si el seguro no te sanciona en la prima del año siguiente después de tener un accidente?».
Reestructuración de la deuda
Otro posible escenario, indica la economista, sería que en vez de mutualizar la deuda se reestructurase, es decir, se extendiese a un largo plazo para que las comunidades pudiesen pagarla poco a poco sin comprometer su solvencia. Lo que podría ser el siguiente capítulo de este conflicto fiscal, ya que, a pesar de la condona, comunidades como Cataluña o Valencia siguen con unos niveles de deuda muy elevados, advierte Cadaval. Un inconveniente que propicia el continuismo de los mecanismos extraordinarios de liquidez habilitados tras la crisis financiera ante los altos intereses a los que se enfrentaban las comunidades para financiarse. Solo una reforma del sistema de financiación permitiría acabar con estos mecanismos, que, como su nombre indica, se concibieron como extraordinarios, pero perviven a modo de 'parche'.
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