La pugna de tres alcaldes por gobernar Orense

La decisión adoptada por la cúpula socialista ha causado sorpresa en el propio entorno de los otros dos precandidatos para encabezar la lista en Orense. Desde la ejecutiva provincial no se esperaban la designación directa de Rodríguez, después de años alejado de la política activa. Sin embargo, el PSdeG considera que este giro puede contribuir a «restablecer heridas», y devolver a Paco Rodríguez, «una posición desde la dignidad, la honradez y la recuperación del orgullo de un gran alcalde, que sufrió una persecución injusta y que privó a Orense de la mejor etapa de los últimos 20 años». De hecho, el PSdeG gallego llevaba tiempo tanteando al exregidor desde el sobreseimiento, máxime desde que el PP resucitase a Cabezas.

El exregidor socialista fue alcalde de la ciudad entre los años 2007 y 2012, hasta que ese año fue detenido en el marco de la Operación Pokémon, acusado de varios delitos por la polémica jueza de Lugo Pilar de Lara, lo que supuso su salida efectiva del partido y el carpetazo a su carrera vida política. Ahora, diez después, vuelve a la primera fila con el reto de intentar abrir una nueva época —como había hecho anteriormente Cabezas en el PP— y poner fin a la bicefalia interna del PSOE local. Aunque sobre esto hay una segunda lectura: la amistad que une a los dos alcaldables del PSOE y el PP podría suponer una mayor facilidad a la hora de llegar a acuerdos, en caso de no obtener la mayoría absoluta, para desbancar a Jácome de la Alcaldía.

Rodríguez, en su momento, había podido poner fin a doce años de mayorías absolutas del PP, e incluso mejoró resultados en los siguientes comicios logrando revalidar la alcaldía, con el apoyo del BNG, hasta que fue detenido en la operación Pokémon.

El socialista cuenta con el aval de las dos direcciones socialistas, tanto de Galicia como de Ferraz. La buena sintonía entre Francisco Rodríguez y Manuel Cabezas no es nueva, e incluso en los últimos días coincidieron en un acto celebrado en el campus universitario, donde se saludaron amistosamente antes de desvelarse la decisión del PSdeG: los dos políticos ya habían pugnado, en su anterior etapa, en 2003, por la alcaldía de la ciudad.

Cabezas (Orense, 1953) fue uno de los máximos referentes de la política municipal y gobernó tras obtener tres mayorías absolutas consecutivas. Su objetivo ahora es «preparar un proyecto de ciudad ilusionante, sinónimo de gestión municipal y progreso», recordando su etapa anterior. Entre sus actuaciones más reconocidas, propició la transformación radical de la ciudad de As Burgas, que pivotó principalmente en torno a la restauración de las dos márgenes del río Miño y su apuesta por el termalismo.

Por su parte, Paco Rodríguez, 68 años, es uno de los pocos alcaldes socialistas que consiguió mejorar los resultados del PSOE en la ciudad desbancando al PP. Entre sus logros, consiguió dar continuidad al desarrollo termal de la ciudad y entramado urbano, además de apoyar la construcción de una estación intermodal para la ciudad de As Burgas.

Otro punto que tienen en común los dos veteranos exalcaldes es que se vieron inmersos en varias causas judiciales por su gestión. En el caso de Cabezas, el político popular se sentó en el banquillo acusado de presuntos delitos de malversación y prevaricación por no exigir a las constructoras la cesión del 10 por ciento del suelo, causa de la que salió absuelto este mismo año, casi veinte años después. Curiosamente, la denuncia estuvo impulsada por la concejala Áurea Soto, principal azote del gobierno que presidía el popular.

Por su parte, Francisco Rodríguez, del PSdeG, resultó absuelto de varias causas judiciales. Por un lado en un caso relacionado con asistencias técnicas, y, por otro, de la mencionada Pokémon. De este modo, tanto PP como el PSOE ratifican su apuesta por candidatos con amplia experiencia de gobierno y que estaban alejados de la primera línea política.

El tercer candidato en esta terna es Gonzalo Pérez Jácome, actual regidor y líder de Democracia Ourensana, quien también aspira a reeditar cargo al frente del gobierno municipal. Para ello deberá conseguir una mayoría suficiente, que bien le permita gobernar en solitario, o llegar a acuerdos con algún otro partido. En las pasadas elecciones logró siete ediles, si bien cuatro de ellos abandonaron sus filas tras discrepancias con el líder de Democracia Ourensana. Al igual que Rodríguez y Cabezas, también se ha visto salpicado por procesos judiciales, aunque por ahora todas las causa se archivaron.

Los tres candidatos competirán en los comicios del año que viene en un escenario incierto, en el que también jugará su papel el nacionalista Luís Seara. A priori, no se prevén claras mayorías en la arena orensana. Y en este nuevo escenario, el PP y el PSOE tendrán que entenderse para evitar un nuevo gobierno de Jácome.