El PSdeG agita el voto del miedo al PP y a Vox en el campo cultural: los poemas de Rosalía de Castro «estarían vetados»

El secretario general de los socialistas gallegos recordó las «cancelaciones» y los «vetos ideológicos» a algunas obras teatrales y exposiciones por parte de algunos ayuntamientos y regiones gobernadas conjuntamente por PP y Vox. Por eso, con la mirada puesta en las elecciones generales del 23 de julio, González Formoso alertó de la «amenaza» que, su juicio, representa para la «libertad cultural» un hipotético gobierno de coalición entre el PP y los de Santiago Abascal.

Ataque a la cultura, en general, pero también a la lengua gallega, según el líder del PSdeG. Por eso, González Formoso, a quien «preocupa enormemente» este supuesto riesgo, hizo un llamamiento a la sociedad gallega a que «reaccione ante esta amenaza, que está más viva que nunca«. »El 23 de julio tenemos la obligación y la responsabilidad, como pueblo gallego, de frenarla«, añadió el líder socialista.

En el mismo acto, que acogió una librería del casco histórico compostelano, participaron también el ministro de Sanidad y número 1 en las listas del PSOE al Congreso por La Coruña, José Miñones, y el exalcalde de Santiago y cabeza de lista al Senado por la circunscripción coruñesa, Xosé Sánchez Bugallo. Miñones remarcó que «una sociedad sin cultura es una sociedad mucho más empobrecida» y que «no respeta ni los derechos más básicos». «Es la sociedad que quiere Feijóo y su socio de gobierno (Santiago) Abascal», valoró el máximo responsable del Ministerio de Sanidad.

En la misma línea deFormoso, Miñones, además de intentar convencer del «apoyo» que el Gobierno ha dado al mundo de la cultura en esta legislatura, también apeló al voto de los gallegos este 23J porque «solo hay un partido que puede parar este ataque, que es el Partido Socialista».

Bugallo, por su parte, más allá del debate sobre la supuesta amenaza cultural, puso el acento, según recogió Ep, en que las elecciones del 23 de julio presentan un escenario «abierto», que oscila entre dos posibilidades: la continuidad de un gobierno «progresista» o la llegada de un ejecutivo «ultraconservador», que para el socialista representaría la alianza de PP y Vox.