Las pruebas apuntalan que el crimen de Campo Lameiro fue machista

Los investigadores del grupo de Homicidios de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra han vuelto este lunes al lugar, una pista forestal del lugar de Caneda, en el término municipal de Campo Lameiro, para continuar con las pesquisas. El coche, según constató Europa Press, fue ya fue retirado, se levantó la zona acordonada y allí ya sólo quedan restos de ceniza. Los investigadores ya tienen en su mano las piezas principales para acabar de componer el rompecabezas de lo ocurrido.

No obstante, la identificación oficial de las dos personas fallecidas, un hombre y una mujer, se demorará todavía unos días por el deterioro de los cadáveres a consecuencia del fuego. Todo apunta, en cualquier caso, que se trata de una pareja de mediana edad residente en el Concello de Moraña, una localidad situada a unos diez kilómetros del paraje forestal en el que el sábado aparecieron los cuerpos.

Hacía un par de días que se echaba de menos en el lugar a esta pareja. Pero, además, los vecinos apuntan a que las discusiones en aquella casa eran habituales. Para más inri, el hombre tenía una condena sobre sus hombros por violencia de género. Dos datos más permiten a los investigadores apuntalar que lo sucedido en Campo Lameiro fue un crimen de violencia machista. Uno, que el hombre tenía antecedentes por malos tratos. Y, otro, la posición en la que se encontraron los cadáveres: el de ella, dentro del vehículo, totalmente calcinado, y el de él fuera del coche, no tan afectado por el fuego. El coche, un Audi negro casi irreconocible por el efecto del fuego, lo encontraron dos hermanos que el sábado a mediodía paseaban por allí.

El hombre trabajaba en Caldas, otro municipio muy cercano, y llevaba varios días sin presentarse a su puesto, otro detalle que hizo saltar las alarmas y luego atar cabos. De este mismo ayuntamiento era originaria la mujer, aunque vivía con su presunto maltratador en la vecina Moraña.

Y es que, aunque el hallazgo de los dos cadáveres se produjo el sábado, el tiempo que llevaban ambos desaparecidos apunta a que el crimen se había producido varios días atrás. En todo caso, serán los exámenes forenses de ADN los que, además de confirmar sin género de dudas la identidad de los dos fallecidos, determinen cuándo se produjo el suceso. Ha trascendido también que los investigadores ya han tomado pruebas de ADN a familiares de la víctima para cotejarlas con el encontrado en el cadáver. La investigación continúa abierta.