La Princesa Leonor continúa en Galicia su formación militar como guardamarina de primero

Allí recibió instrucciones del comandante director, Pedro Cardona, con el que estuvo reunida 15 minutos para después visitar las instalaciones del que será su nuevo hogar en los próximos meses junto a Erik Hellman Muñoz, comandante de la III brigada de guardiamarinas de primer año, el que será su tutor durante el curso. Acudió en solitario, sin la presencia de la Reina Leticia o la del Rey Felipe VI, que atendían a sus respectivas agendas.

Tras ponerse los pantalones azules de trabajo, visitó la estancias y el puerto junto a Hellman, por el espigón donde se podían apreciar las fragatas de la armada ancladas. No antes de firmar el libro de honor de la academia, en el que la Princesa de Asturias dejó patente su ilusión ante esta nueva etapa.

«Hoy me incorporo, con gran ilusión, a esta Escuela Naval Militar para continuar con mi formación castrense. Estoy segura de que aquí tendré la oportunidad de aprender mucho y compartir muchas experiencias importantes junto a mis compañeros de promoción. Con afecto, Leonor, Princesa de Asturias».

Será a partir de este viernes cuando comience las clases junto al resto de sus compañeros, donde pasará a ser una alumna más de la emblemática academia por la que antes pasaron el Rey Felipe VI y Juan Carlos I.

Como es habitual en la Escuela Naval Militar de Marín, el curso se dividirá en dos partes. La primera, en las instalaciones de la villa pontevedres y, a partir de enero, en el buque-escuela Juan Sebastián Elcano. En él, la Princesa de Asturias y sus compañeros guardiamarinas embarcarán en el segundo semestre del año para poner en práctica las enseñanzas de la escuela y ampliar sus conocimientos técnicos y marineros, además de «asimilar de los principios, hábitos y virtudes que constituyen el alma de esta gran profesión», como señalan desde la Armada española.

Desde enero y hasta julio, la Princesa Leonor surcará los mares de medio mundo a bordo de este el bergantín goleta, que en el crucero de la anterior edición realizó diez escalas: Las Palmas de Gran Canaria, Fortaleza (Brasil), Santo Domingo (República Dominicana), Manzanillo (México), San Diego (Estados Unidos), Amador (Panamá), Nueva Orleans (Estados Unidos), Boston (Estados Unidos), Londres (Reino Unido) y Marín (Pontevedra).

Pero antes del contacto constante con la mar, los alumnos deberán de enfrentarse a un «régimen estricto y de internado», «un no parar» en palabras de Pedro Cardona, comandante director y capitán de navío. Una jornada que empezará a las 6,45 horas, antes de la salida del sol, en la que los alumnos se levantan, se visten, ordenan sus pertenencias y desayunan para que a las 7,50 pasen revista por parte de sus superiores. Será entonces cuando comiencen las clases, cinco módulos por la mañana desde las 8,10 horas y otros tres por la tarde, después de la hora establecida para comer. A la que se une una hora de gimnasia que tendrán que realizar, como mínimo, de forma diaria cada alumno.

Por otra parte, durante el fin de semana podrán levantarse a las 8,45 y, aunque las mañanas del sábado sean lectivas, los alumnos tendrán tiempo para salir al aire libre a partir de las 11,30. En función de su antigüedad y del curso en el que estén encuadrados podrán regresar a la Escuela a las 01,30 horas, los alumnos de primero, o a las 03,00 horas. Con todo, a partir del tercer curso los estudiantes tienen la posibilidad de dormir fuera. «Esta es una forma de facilitar el régimen que llevan, que es de internado, para ayudar a cohesionar el grupo de personas que ingresan en la Escuela», indicó Cardona.

Las asignaturas serán una conjunción que aune la formación militar tradicional y técnica, de acuerdo a los cambios tecnológicos que permita obtener un currículum completo, aunque también dependerá de la especialidad a la que opten los alumnos. Una de las asignaturas que forman parte del aprendizaje de la Princesa de Asturias es la de Maniobra y Navegación. Impartida por la teniente de navío Loreto Fontanals, la Princesa Leonor aprenderá el vocabulario empleado por todos aquellos que dedican su vida al mar. «Siempre les digo que es una de las profesiones más bonitas que han podido elegir y que la vida en la mar tiene su dureza», indicó Fontanals en declaraciones a Ep.

Además, el conocimiento al detalle de cada una de las partes del barco y cómo afectan las condiciones meteorológicas a la navegación serán algunas de las habilidades que los alumnos adquirirán en las instalaciones militares de Marín que cuentan con una piscina, un planetario con realidad virtual y un simulador de navegación. «Estamos seguros de que Leonor reforzará los valores y principios que el rey nos pide que se le inculquen. Estamos deseando que llegue y seguro que todos disfrutamos de su presencia», añadió Cardona.

Además de navegar en el buque-escuela Juan Sebastián Elcano, la Princesa tendrá la posibilidad de seguir vinculada a la vela y competir en Palma a bordo del Regulus, que hoy lo capitanea el almirante Eugenio Díaz del Río Jáudenes. Un velero que estrenó la Armada Española este mismo mes y será utilizado por la Escuela Naval Militar de Marín para la enseñanza y la «participación en competiciones deportivas de los miembros de la Armada»; tal y como indica el contrato de su adquisición.

Una oportunidad para que la heredera al trono pueda continuar la tradición familiar y ligada al mar, lo que podría proceder en una integrante más de la Familia Real que participe en competiciones de vela como el Rey Felipe VI y Juan Carlos I. De hecho, el abuelo de la Princesa de Asturias participará a finales de septiembre en la regata que lleva su nombre, a escasas 5 millas náuticas de donde se encontrará formándose la Princesa Leonor.