PP y oposición chocan por la carga nacional de la campaña

Rueda no puede ser más vocal a la hora de transmitir su pretensión de que los temas de casa lleven la voz cantante. Volvió a hacerlo ayer. Primero, en Cope, en una entrevista en la que subrayó su intención de que las del 18F sean unas «elecciones muy gallegas». Y después fue revelador que regatease las preguntas que, desde Madrid, buscaban llevarle al terreno de la política nacional, con cuestiones como si asume que pilota la locomotora que debe tirar del PP de cara a las siguientes citas electorales (País Vasco, europeas); o que si la centralidad que tan buen resultado le ha dado siempre al partido en Galicia es aún una meta posible en España tras los pactos con Vox, posteriores al 28M. «Mi responsabilidad es lo que pase en Galicia», sorteó Rueda.

Después, tras un acto en Santiago, se le preguntó, de nuevo, por la presencia en campaña de Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP y anterior presidente de la Xunta, por aquello de que malicia la izquierda que es quien ha ordenado la fecha del adelanto electoral. Y Rueda reiteró que estará «muy contento de que esté Feijóo», mientras que tiene «ciertas dudas» de que los «otros partidos» compartan esos sentimientos cuando les toque recibir a sus líderes.

Y fue muy explícito al añadir: «Todo el mundo se ofreció a venir aquí. Lo agradezco muchísimo. Pero lo que les estoy diciendo es que la campaña es para decidir el futuro de Galicia y el futuro presidente de Galicia. Esto es lo que va a presidir toda la planificación de campaña que va hacer el PPdeG. Bienvenidas todas las colaboraciones, bienvenidas todas las presencias, pero aquí se decide el futuro de Galicia, y no ninguna otra cosa».

Idea en la que también abundó su número dos, Paula Prado, directora de la campaña —con Pedro Rojo como mano derecha y al frente de la coordinación del programa, Valentín García—, quien ayer se puso por primera vez al frente del comité correspondiente, en la sede autonómica del partido. «Intentaremos que la campaña sea muy gallega», dijo, haciendo hincapié en «lo que le preocupa a la gente». Pero conscientes de que «hay cuestiones en el ámbito nacional que están incidiendo» y que «va a ser inevitable que incidan en la campaña».

Ahí el PPdeG no forzará las cosas. Por un lado, quieren explicar a los electores «cómo les afectan» medidas como la condonación de la deuda de Cataluña o la «ruptura de la igualdad entre territorios». Y, por otro lado, advierten: «La gente está enfadada con el tema de la amnistía, nosotros tampoco podemos obviar ese debate». En síntesis, concedió Prado: «El contexto nacional va a influir».

Pontón tiene una visión diametralmente opuesta. Su «sensación», compartió ayer en el Parlamento, donde reunió a todos sus diputados, es que «el PP sabe que presenta un balance que es nefasto y que, para ocultar ese balance, quiere desviar el foco». «Una falta de respeto», apostilló Pontón, «que vengan fuerzas estatales, muy particularmente el PP, a querer hablar de todo menos de su gestión; y, sobre todo, de las propuestas y alternativas de futuro».

La líder y candidata del BNG insistió en pregonar ese «empeño» por «poner otra vez el foco en Madrid» que ella aprecia en lo que engloba bajo la etiqueta de «fuerzas estatales». Y frente a este escenario que dibujó, abogó por «responderles», como no podía ser de otra forma, «apostando por lo nuestro». Ergo, el BNG. Ellos sí harán una campaña «centrada en lo que se juegan los gallegos», reivindicó la portavoz nacionalista.