Pontón reclama para Galicia un concierto económico similar al de Euskadi y Navarra
El BNG cree que el de Rueda es «un gobierno fallido» y se reivindica como alternativa
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J. Hierro
Santiago
La palabra más repetida por Ana Pontón este lunes en el debate sobre el Estado de la Autonomía en el Parlamento autonómico ha sido la de «trituradora», para atribuírselo al gobierno popular de Alfonso Rueda. Los nacionalistas diseñaron un discurso con ese sustantivo como ' ... leit motiv' de las políticas de la Xunta, no solo del ejecutivo actual sino también como definición de los últimos 14 años de gobiernos del PPdeG. Frente a ello, Pontón se ofrece como alternativa con una agenda marcadamente nacionalista. Reclamó, por ejemplo, «un concierto económico como tienen Euskadi y Navarra». «¡Y qué bien les va!», añadió la portavoz del Bloque.
«En materia de financiación, señorías, el objetivo estratégico es darle a Galicia la llave de nuestro dinero«, justificó Pontón en el hemiciclo. La líder del BNG defiende para Galicia «un nuevo estatus político de nación, donde las decisiones relevantes estén en manos de la ciudadanía gallega». «Apelamos a algo de sentido común: decidir sobre lo que es nuestro», subrayó la portavoz nacionalista en materia de autogobierno.
La portavoz del BNG recordó que en 14 años de dominio en Galicia del PP no consiguió ninguna transferencia de competencias del Estado mientras otras comunidades autónomas «avanzan». «Más autogobierno significa más herramientas para mejorar la vida de la gente, pero son un gobierno —el del PP— fanático del centralismo», añadió Pontón. Y ahondó: «Tenemos un gobierno del PP que lleva 14 años de servilismo a Madrid, poniendo los intereses partidistas por delante de Galicia«.
No por conocida, la del concierto económico fue una de las propuestas más destacadas de una intervención que Pontón había arrancado con la mirada en las próximas elecciones autonómicas —aún sin fecha— al decir que el debate era «el punto final de un gobierno fallido» y el «epílogo de un Partido Popular que representa el pasado». Y como si del primer mitin de campaña se tratase, la portavoz nacionalista proclamó que en Galicia «el cambio es imparable», que el BNG está «preparado para construir una Galicia en grande». «Estamos ante un cara a cara entre la sumisión y la resignación del PP y la ambición y confianza en el país que representa el BNG», dijo Pontón.
Ahí empezó su retahíla de «trituradoras». El PP es «una máquina de triturar las esperanzas de la juventud»; una «trituradora de la sanidad pública en beneficio de la privada»: una «trituradora de la enseñanza pública», o una «trituradora del estado de bienestar». En definitiva, «14 años triturando el presente y el futuro de un país», dejando «una Galicia peor».
Pero Pontón se esforzó, sobre todo, en mostrarse como una alternativa real en la última parte de su discurso: «Quiero ser la presidenta (...) para colocar a Galicia en el lugar que le corresponde, entre las naciones más avanzadas del mundo y donde las personas vivan mejor». Quiere «abrir un tiempo nuevo», añadía la portavoz mientras el presidente del Parlamento intentaba cortarle por haber sobrepasado su tiempo.
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