Un pleno en Santiago sobre pisos turísticos genera un terremoto en el PSOE municipal

En su intervención, la socialista Mercedes Rosón reivindicó que fue su grupo, con José Sánchez Bugallo como alcalde, el que tomó la «valiente decisión» de regular los usos turísticos en todo el término municipal, siendo de «las primeras ciudades de España» que se atrevían a hacerlo. Y señaló, igual que el líder local del partido, Aitor Bouza, que lo que este lunes se votaba en el pleno no era la legalización o ilegalización de las VUT –cuestión que, indicó, ya esta regularizada– sino los usos asimilados al de vivienda, «los famosos 60 días al año». «Una alternativa contemplada en nuestro Plan Xeral que se aborda como una ordenanza, pero que no es más que un trámite administrativo» abundó, sin llegar a decir «formulario», como lo definió Bouza. Donde no coincidió con la dirección local de su partido, ni ella ni los otros cinco ediles, fue quizás en una de las cuestiones más importantes: el voto.

A renglón seguido, Rosón reprochó la actitud «clamorosamente escandalosa» del BNG en el pasado mandato, «jugando con el tacticismo político» y con «promesas vacías», y demostrando con su abstención en la votación del actual PXOM que no están «desde el minuto uno» a favor de la regularización, como defienden los nacionalistas. Algo que, al contrario, sí quiso probar este lunes el Grupo Socialista al votar a favor de la ordenanza, fruto de una «profunda reflexión». «Abstenernos porque no nos gustan las formas tiene exactamente el mismo valor y el mismo resultado que votar en contra», abundó, preguntándose si queremos un tipo de política en la que un grupo vote en contra de su propio proyecto por «propinarle una derrota al gobierno actual». «Por eso, hoy decidimos ser leales y consecuentes», dijo, tanto con la ciudadanía como con el PSOE de Galicia y de España.

Un ruptura que se produce entre la dirección de la formación, con Bouza como secretario xeral y Marta Álvarez Santullano como vicesecretaria; y el grupo municipal, conformado, además de por Rosón, por Milagros Castro, Gumersindo Guinarte, Marta Abal, Marta Álvarez y Gonzalo Muíños. Siguiendo la misma línea que su compañera, este último defendió en su intervención que no deben «vacilar en los pasos» a tomar en política de vivienda ni «ceder a presiones», para «dentro de dos años poder decir» que hicieron «las cosas bien». Por eso, dijo, votó a favor de esta «medida socialista», poniendo por delante el «interés general» de los vecinos de Santiago.

Una posición que mereció el agradecimiento del grupo nacionalista y elogios de Compostela Aberta, que celebró la «valentía» de la decisión. De este modo, con la abstención de los populares, queda aprobada la ordenación que regula los requisitos y la comunicación al gobierno municipal de los usos de hospedaje asimilados al de vivienda, incluidos el alquiler turístico por tiempo limitado (dos meses) –siempre que sea residencia habitual de una persona física el resto del año– y el de determinadas estancias o cuartos del inmueble.

Por su parte, el popular Borja Verea se mantuvo en la posición de su partido, contraria a lo que definió como una «barra libre» de viviendas de uso turístico durante 60 días al año. Así, abogó por otro modelo, con VUT «bien reguladas, bien dirigidas, bien limitadas y bien condicionadas» que podrían contribuir a rehabilitar y revitalizar zonas como el casco histórico de la ciudad.