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Sargadelos y la Xunta alcanzan un acuerdo para reanudar la producción en Cervo

La Consellería dice que facilitaría las obras en la planta, que es Bien de Interés Cultural

Parte de la plantilla ha vuelto ya a la fábrica «bajo su responsabilidad»

La compañía quiere cerrar la planta de Lugo «por vacaciones» para subsanar «deficiencias»

Trabajadores de la planta de Cervo (Lugo), este lunes, frente a sus puertas CEDIDA
Pablo Baamonde

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La Consellería de Empleo, Comercio y Emigración y la dirección de Sargadelos alcanzaron este lunes por la tarde un acuerdo para reiniciar la actividad productiva en su planta de Cervo (Lugo), después de que Trabajo abriese un expediente laboral a la compañía tras detectar que dos trabajadoras desarrollaron silicosis, requiriendo a la dirección de la factoría que subsanase hasta 36 deficiencias. Según informó a los medios la Administración gallega, «existe un compromiso» con la empresa «para realizar un estudio de las posibles mejoras en la protección de los trabajadores», tomando en cuenta que, según el Ministerio, «las deficiencias advertidas no suponen riesgo inminente para los trabajadores».

Así que ofrece a Sargadelos «plena colaboración y sensibilidad para implantar las mejoras precisas» y, de hecho, añade que «si como consecuencia de ello fuera necesario asumir nuevas obras de adecuación de las instalaciones, la Xunta se compromete a apoyar su realización, teniendo en cuenta la especial singularidad de las instalaciones, cualificadas como Bien de Interés Cultural (BIC)».

La planta de cerámicas fue escenario el lunes de protestas de los trabajadores, por tercer día laborable consecutivo, después de que el jueves Segismundo García, su dueño, anunciase su cierre repentino. Tanto aquel día como el siguiente, el grueso de la plantilla se congregó a las puertas de la planta en rechazo a la bajada de persiana. El lunes se repitió, con la diferencia de que algunos empleados sí volvieron a sus puestos; eso sí, tras firmar un documento afirmando hacerlo «bajo su responsabilidad», según confirmó el portavoz de CCOO, José Antonio Zan, que los asesora con responsables de UGT y CIG. «Unos pocos» han pasado, pero «parece ser que no tienen trabajo efectivo», declararon a Ep los sindicatos. Otros aceptaron la propuesta que García deslizó el viernes: aceptar un adelanto de sus vacaciones mientras la situación no se resuelve.

Previo al anuncio del convenio entre Xunta y compañía, el presidente gallego, Alfonso Rueda, ya había subrayado ante los medios al finalizar la reunión de su Consello que la Xunta seguía «muy de cerca» la situación en Cervo : «Lo que veo deseable es que la actividad en una factoría tan importante por muchísimas razones (...) se retome cuanto antes», precisó. Ahora bien, de no producirse la reapertura, «se estaría ante otro escenario» que, sin entrar en detalles, dijo que no observa «deseable para nadie». Y que, en todo caso, habría que analizar «cuál sería la forma jurídica de ese no abrir».

Desde el principio, la Inspección de Trabajo matizó que no obligaba a cerrar las instalaciones, sino que daba un plazo para que la dirección subsanase aquellas 36 deficiencias detectadas, imponiendo una multa de 5.000 euros al empresario.

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