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Padres temerosos que aguardan a reunirse con su familia en España: «Aquí, por lo menos, podemos dormir»

Muchos de los casi 200 refugiados que acoge Mondariz-Balneario son hombres jóvenes que tuvieron que huir de Mali por motivos étnicos, religiosos e incluso sexuales

Mondariz-Balneario (Pontevedra) acoge cerca de 200 malienses entre el recelo y la solidaridad de sus vecinos

Modibo Sissoko (izquierda) junto a Mohamed Diallo (derecha) Miguel Muñiz
Luis García López

Luis García López

Mondariz-Balneario (Pontevedra)

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En las proximidades del colegio/residencia Marcote, donde los refugiados reciben clases de español, además de formación sobre educación vial (apenas hay aceras entre el balneario y las poblaciones cercanas, lo que implica andar por la carretera), se reúnen una decena de inmigrantes. Algunos, los ... más aplicados, revisan sus apuntes y consultan libros y diccionarios, mientras que otros jóvenes charlan entre ellos o se entretienen con sus teléfonos móviles. Aunque apenas entienden o hablan español, la barrera del lenguaje no impiden que saluden, con la mano o en francés, pero la mayoría de ellos se muestran reticentes a hablar con los periodistas. Se puede intuir cierto temor en sus ojos. No es para menos, muchos de ellos tuvieron que escapar tras ser perseguidos en sus países de origen por motivos étnicos, religiosos o por su orientación sexual y no están acostumbrados a responder preguntas que no les puedan suponer un problema.

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