El naval cree que buena parte de los 310 millones del Perte no llegará a las empresas

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El plazo para pedir las ayudas se abre el día 18 y el sector estima que no será capaz de aportar la inversión y quedarán fondos sin ejecutar

Un operario en los talleres de Navantia Fene miguel muñiz

Astilleros y empresas auxiliares ultiman estos días la ingente documentación para lograr fondos Next Generation. El próximo 18 de enero se abre el plazo de un mes para presentar las candidaturas que aspiran a lograr ayudas públicas dentro del Proyecto Estratégico para la ... Recuperación y Transformación Económica (Perte) del naval. En reparto habrá finalmente 310 millones de euros, frente a los 200 anunciados inicialmente. Pero el sector teme que, como ya ocurrió con la automoción, muchos de esos fondos acaben sin ejecutar y no lleguen a las empresas.

Aunque todavía se está trabajando en los proyectos, desde el Clúster Naval Gallego (Aclunaga) calculan que como mucho se solicitarán ayudas por importe de unos 50-60 millones de euros en la Comunidad. «Como convocatoria es interesante que se presenten empresas y que se aproveche», indica el gerente de Aclunaga, Óscar Gómez. Sin embargo, reconoce que «no cumple todo aquello que nosotros necesitábamos, que era una mayor financiación por parte del Perte y una menor cofinanciación por parte de las empresas«. Aclunaga denuncia que la tramitación burocrática es muy complicada y que los importes no son atractivos para las empresas. También que se ofrece mucha financiación, pero muy pocas subvenciones directas. El Gobierno central confía en movilizar 1.460 millones de inversión con una aportación pública de 310 y crear 3.100 puestos de trabajo.

Para poder optar a los fondos que destinó la UE para revitalizar la economía tras la pandemia de Covid, la industria tiene que realizar importantes inversiones. En el caso del naval es todavía más complicado que en otros sectores. Cada vez que un armador encarga un barco, los astilleros deben pedir prestado el dinero para poder construirlo. «Siempre ha habido muchísimas dificultades financieras, porque el valor del coste de los productos que venden supera al de la empresa que lo construye», apunta Gómez. «Una empresa que juega siempre con una financiación complicada, si se tiene que meter en más financiación es un riesgo inmenso», asevera. El Perte llega también en un momento en el que el naval gallego y del resto de España se ha debilitado. En los últimos años se ha perdido el 50% de la capacidad productiva. «Hay la mitad de nuevos contratos y la mitad de buques en cartera», indica Gómez.

El gerente de Aclunaga se muestra convencido de que los 310 millones serán suficientes dado que el Gobierno no será capaz de ejecutar todo lo previsto y sobrarán fondos que podrían perderse. Ya pasó en el Perte del Vehículo Eléctrico y Conectado. La convocatoria para la automoción partía de unos 3.000 millones de euros, pero menos de 800 han sido adjudicados a las empresas. Un 75% de los fondos no se ha ejecutado. En el naval, opina Gómez, sucederá lo mismo. «Salvo que venga una empresa tractora con una gran capacidad económica no creo que seamos capaces de completar el Perte. No ha sido posible ni en la automoción donde las fábricas son tan potentes», reflexiona.

El programa de los Next Generation, ideado por Bruselas, pretende que la inversión pública se aproveche para cambiar el modelo productivo del Viejo Continente y ayudar a las empresas a apostar por la economía verde, la transición energética o la digitalización. Los proyectos que opten a lograr apoyo dentro del Perte del naval deben girar alrededor de tres ejes: la sostenibilidad, la diversificación y la digitalización. Según datos de la Comisión Europea, el transporte es el responsable del 28% de las emisiones totales de CO2 en la UE. Aunque la mayor parte se produce en las carreteras (el 20, 5% ), los barcos generan alrededor un 4 % de las emisiones totales. Junto a la aviación, la navegación es uno de los dos sectores en donde más han crecido las emisiones responsables del cambio climático. Conseguir buques que se propulsen con nuevos combustibles menos contaminantes es uno de los retos necesarios para alcanzar el objetivo de reducir un 55% los gases contaminantes en el año 2030. Es una de las líneas por las que las empresas podrían conseguir fondos del Perte del naval. Pero en Galicia no se apostará por ella. «Aquí no tenemos fabricantes de la propulsión del buque, no hay nadie que pueda desarrollarlo», indica Óscar Gómez. El gerente de Aclunaga explica que la construcción de barcos no es como la de coches. En la automoción, los fabricantes van testando prototipos —pasó con los coches eléctricos— que luego sacarán al mercado. En el naval, cada nave llega por encargo y debe de ser el armador el que solicite otro tipo de propulsión menos contaminante. Además, indica Gómez, todavía no está claro qué combustible podría sustituir a los fósiles. Se empieza a hablar mucho del hidrógeno, pero es difícil adaptar el interior de los barcos para que puedan almacenar este gas. El amoniaco es otra de las alternativas.

Dentro del eje de la sostenibilidad previsto en el Perte, las empresas solicitarán ayudas para mejorar sus procesos productivos y contaminar menos en la fabricación de los barcos, en vez de pedir fondos para el producto final. También es posible que muchos de los proyectos apuesten por la digitalización de las factorías navales, aunque en este campo, indica Aclunaga, ya se lleva trabajando durante años. «Hubo convocatorias tanto por parte del ministerio como por parte del Igape», subraya Gómez. Esta última, resalta, «era muy buena y tenía subvenciones directas». Entre las candidaturas sí se prevén proyectos para trabajar con gemelos virtuales (una réplica digital de las embarcaciones) o realidad virtual aumentada.

Eólica marina

La diversificación del sector pasa sobre todo por la fabricación de componentes para la eólica marina, como las estructuras que soportan los aerogeneradores y que en Galicia ya construyen los astilleros públicos de Navantia en Fene. Gómez confía en que algún proyecto tractor de los que se presentan al Perte «pueda ir por ahí». La convocatoria obliga a las empresas a colaborar entre comunidades y presentar conjuntamente iniciativas que tengan la fuerza suficiente para tirar de la transformación del sector. Desde Galicia, Aclunaga y la patronal del metal, Asime, ultiman estos días su proyecto tractor junto con socios de Cantabria y el País Vasco. Gómez indica que todavía no puede desvelarlo.

Para apoyar a los candidatos gallegos y ayudar a las empresas a coordinarse entre sí, la Xunta impulsa junto a Pymar (una entidad que suma a los principales astilleros y a las administraciones central y autonómicas) la iniciativa Conecta Naval. De este modo se activará una ventana única que permitirá la comunicación con las empresas a la hora de gestionar los proyectos que se vayan presentando desde Galicia al Perte del naval.

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