Miñanco, en la Audiencia Nacional: «Me achacan todo lo que pasa en España»
El narco trata de exprimir su turno final de palabra para atacar a la Fiscalía, que pide para él 31 años de prisión por organización criminal, blanqueo y tráfico de drogas
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Pocas veces el turno de palabra al que todo acusado tiene derecho al finalizar una vista se ha convertido en serial. Pero el juicio contra Ramón Prado Bugallo, más conocido como Sito Miñanco, se sale de la norma. En primer lugar, porque las ... 31 sesiones que encadena el proceso por la denominada 'Operación Mito' se han ido desarrollando en la Audiencia Nacional a lo largo de los cuatro últimos meses, de una manera discontinua que le concede a la causa una tensión añadida. Tampoco es común el número de acusados que ocupan el banquillo, un total de 45, todos ellos sentados en él por trabajar, se juzga, a las órdenes del narco gallego. Ni el hecho de que dos fiscales se tengan que repartir las acusaciones, ante las dimensiones de los delitos que se le imputan a los procesados, con su presunto líder al frente. Por todo ello, no sorprendió que este jueves el capo gallego se abrazase a su derecho a la última palabra de un modo que obligó al presidente del tribunal, Alfonso Guevara, a posponer parte de su alegato para la jornada de hoy. Al intuir las intenciones de Miñanco, considerado el narco más poderoso de la historia de este país, el magistrado le advirtió de que lo que tuviera que decir lo dijera «rápido» porque tenía que acabar «ya» la sesión. Pero el acusado se agarró a los papeles que llevaba preparados y arrancó. Visiblemente nervioso y falto de ritmo en su intervención, el de Cambados se enfocó en desmontar los argumentos de la Fiscalía, a la que acusó de achacarle «todo lo que pasa en España».
A su entender, el relato del Ministerio Público en su contra está lleno de «contradicciones, conjeturas y falacias». Así lo intentó demostrar, yendo al fondo del asunto en una intervención en la que no pasó por alto los 31 años de prisión que se juega. «Aquí se está juzgando mi vida. Mejor dicho, el resto de lo que queda de ella», inició el procesado, de 70 años y que suma más de tres décadas entre rejas. Después de negar que su abogado hubiese intentado dilatar el procedimiento, Sito Miñanco explicó que tras leer el escrito de acusación «varias veces», puede confirmar que está repleto de afirmaciones «que no se pueden demostrar»: «Puedo asegurarle que está lleno de contradicciones, que está lleno de conjeturas. ¿Y por qué no decirlo, señor? de falacias que se pueden desmontar». Para fundamentar esto indicó de forma literal al tribunal que necesitaba «explayarse», y recordó que, si durante su interrogatorio, Guevara no le dejó argumentar por qué no estaba relacionado con el buque Thorán —donde se incautó un alijo con más de tres toneladas de cocaína—, ahora sí podía hacerlo. «Yo creo que ahora en la última palabra yo sí puedo explicar el por qué no era yo. Creo que puedo y creo que debo explicarlo», señaló para luego ser interrumpido nuevamente por el magistrado, que viendo el cariz de su intervención le comunicó que lo que tuviera que explicar lo haría en la siguiente sesión. Tras esto, informa Ep, Guevara se levantó y abandonó la Sala dando por concluida la sesión de este jueves, mucho antes de lo habitual en otras jornadas de este macrojuicio.
El plenario iniciado a finales de 2024 en la Audiencia Nacional juzga a Miñanco, al abogado del expresidente catalán Carles Puigdemont, Gonzalo Boye, y a una cincuentena de personas vinculadas presuntamente con la red del capo gallego. Además de 31 años en prisión, al narco le piden una multa de 950 millones de euros por los delitos de tráfico de droga en el seno de organización criminal, blanqueo de capitales y falsificación de documento oficial. Todos los acusados están vinculados a la investigación desarrollada en el marco de la 'operación Mito', centrada en la red que presuntamente dirigía Sito Miñanco para regar de droga Europa, intentando introducir en España más de 4.000 kilos de cocaína en dos operativos diferentes que fueron truncados por los investigadores.
Esa organización se dedicaba principalmente a la importación y distribución de sustancias estupefacientes (especialmente cocaína) y al blanqueo de capitales, y todo ello mientras el narcotraficante gallego se encontraba en tercer grado penitenciario fruto de una condena previa a 16 años y 10 meses de prisión. Ese tercer grado le permitía trabajar en un aparcamiento subterráneo de Algeciras pero, sostiene el Ministerio Público, «su única y verdadera actividad profesional continuaba siendo la introducción de sustancia estupefaciente en España». El fiscal explicaba en su escrito que Sito Miñanco «contaba con (...) una pléyade de individuos que acumulaban una notable experiencia criminal en el negocio del narcotráfico, dispuestos a participar en estas iniciativas criminales, ejecutando de forma casi reverencial cualquier actividad» que les pidiera. También deja al descubierto sus nombres en clave: 'Mario' y 'Míster'.
Para la Fiscalía, el de Cambados «había hecho del narcotráfico su modus vivendi de manera continuada y estable» a pesar de las diversas condenas impuestas por delitos contra la salud pública. «Carecía de la más mínima voluntad de rehabilitarse y reinsertarse en la sociedad», defendieron al pedir su encarcelamiento. Sobre el personaje de Miñanco que con los años lo ha ido envolviendo, la acusación subraya la «naturaleza eminentemente personalista» de la red que supuestamente manejaba, y que «todas y cada una de las decisiones eran adoptadas o supervisadas» por él.
Con su horizonte vital pendiendo de un hilo, el narco gallego podrá retomar este viernes su alegato antes de que el tribunal se retire a decidir. Última entrega de un serial a espera de sentencia.
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