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La mala racha de Abel Caballero

La derrota humillante el 18F, la huelga del bus urbano, el sobrecoste del ascensor futurista. El alcalde de Vigo acumula reveses, parapetado en su 'absolutísima'

Vitrasa, la piedra que el alcalde vigués no logra sacarse del zapato

Caballero, escoltado por la Policía mientras es increpado por trabajadores de Vitrasa, en imagen de archivo EP
Pablo Pazos

Pablo Pazos

SANTIAGO

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La noche del 18 de febrero, no es difícil suponer que a Abel Caballero le costó conciliar el sueño. Venía de sufrir un revolcón en las urnas, en unas elecciones, las autonómicas, donde formalmente no competía. Pero sí lo hacía. De ahí que se ... implicara como nunca, compartiendo incluso cartelería con el candidato del PSOE, José Ramón Gómez Besteiro. «Desta vai». Y fue, en Vigo, un doloroso, humillante tercer puesto para el alcalde, superado no sólo por el PP, sino también por el BNG, aupado a fuerza más votada. Apenas un 20% de los vigueses eligieron la papeleta con el puño y la rosa, 12 puntos menos que en 2020. Un resultado que escuece. Como los de Redondela y Moaña (BNG), y Nigrán (PP). Como haber perdido, en las locales de 2023, la Diputación de Pontevedra. Y ver de nuevo al PP arrancar el curso en Soutomaior, donde Carmela Silva había ordenado retirar una placa en la que se mencionaba al padre de Alfonso Rueda. Caballero no pasa por su mejor momento.

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