la semana
El 'trumpismo' de la izquierda
El nuevo socialismo no renuncia a deturpar la realidad mientras el BNG se entrega a sofismas populistas
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Iniciar sesiónLa izquierda de este país lleva tiempo fuera de la realidad. Unos, los nacionalistas, anclados a un falso mito y operando como profetas de la catástrofe. Y los otros, los socialistas, presos de un mesianismo sectario que ha destruido todos los principios históricos en los ... que se asentaba su partido. Ambos, tirios y troyanos, se han acostumbrado a construir relatos falaces y desplegar una narrativa populista y demagógica. Como la realidad no se acomoda a su conveniencia, la deturpan. Crean marcos de debate ficticios, con retóricas absolutistas, apelando al sentimiento visceral y tratando de fracturar a la sociedad entre el «ellos» y el «nosotros». La política del «hooliganismo» y el «pensamiento mágico». Con matices, una estrategia que presenta características comunes con el 'trumpismo'.
Esta semana se ha visualizado nítidamente en el debate abierto con motivo del aniversario de la Constitución. El Bloque decidió recuperar para la ocasión su vieja mercancía. El diputado Néstor Rego apostaba por una «ruptura con el régimen del 78» y proclamaba que «es la hora de comenzar a levantar la República de Galicia». Aunque en un tono calculadamente más melifluo, la portavoz de la organización en la comunidad también aseveraba que la Carta Magna «actúa como corsé» y llamaba a «construir una nueva Galicia». Una narrativa antisistema («esta no es nuestra Constitución») basada en un ilusionismo 'low cost' (el centralismo «nos limita y pone trabas a nuestro desarrollo y bienestar»). Y en torno a ese falso mito (la utopía independentista), el BNG hilvana todo su relato público. Un discurso demagógico e incongruente. Se percibe perfectamente en el ámbito económico. Asegura Ana Pontón que «esto no es una crisis, es una estafa» (sofisma paradigmáticamente populista) al mismo tiempo que el partido que presuntamente lidera avala en el Congreso al gobierno que nos ha conducido a esta situación. En este constructo, la realidad ya no es el marco. Una forma de 'trumpismo'.
Otra es que la ensaya el nuevo socialismo. No renuncia a deturpar la realidad (Pedro Sánchez acusa al centro-derecha de situarse fuera de Constitución mientras pacta la derogación del delito de sedición y el abaratamiento de penas para el de malversación con los partidos que abjuran de la Carta Magna y trataron de subvertir el orden democrático en Cataluña), pero complementa esta estrategia con otra. El incendio permanente, la creación constante de nuevas polémicas y urgencias informativas con las que tapar las generadas el día anterior. Desmintiéndose constantemente a sí mismos, lo que les obliga a generar un marco «evolutivo». Ayer la verdad absoluta era una, hoy su contraria y mañana habrá cambiado de nuevo. Lo único que permanece invariable es la «maldad» de «los otros». Tratan de crear un «nosotros» (la campaña «el gobierno de la gente») frente a un «ellos» al que demonizan. Tácticas propias del 'trumpismo'.
Tácticas que importa a Galicia el PSdeG. El debate sobre sanidad es un buen ejemplo. El Gobierno central que defienden acríticamente tiene en su mano ampliar el número de plazas MIR y con ello la disponibilidad de médicos. El socialismo gallego no denuncia que el Ministerio se haya negado sistemáticamente a ello desde hace años. No, lo que cuestiona es la gestión autonómica, como hacen las otras franquicias sanchistas en las comunidades donde son oposición. Esto es, bloquean la solución para sacar réditos políticos del problema. La realidad no es un límite. Esa forma de hacer política implica, de hecho, construir una realidad alternativa, exprimiendo una retórica absolutista para tratar de polarizar aún más a la sociedad.
Es en ese fango en el que quieren que se dispute el partido. Narrativas populistas, discursos demagógicos y relatos falaces. Tratando de crear marcos de debate alejados de la realidad. Erigiéndose en profetas de un mesianismo salvador. Sí, aun con los matices que impone comparar dos culturas políticas diferentes, en la estrategia de la izquierda de este país se detectan muchos de los factores que caracterizan al 'trumpismo' en Estados Unidos.
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