Las cosas de comer

No es precisamente un asunto baladí. Cada día que se pierde en la ejecución de los fondos europeos aumenta el riesgo de deslocalización de industrias estratégicas para Galicia. Lo es, por ejemplo, la planta de Stellantis en Vigo. Pero lo cierto es que hoy por hoy esa factoría sigue sin garantías de que vaya a recibir en una segunda convocatoria este año los fondos que se le negaron en la primera. Se abre, es cierto, una oportunidad al anunciar ahora el ministerio que va a reformular el Perte tras el fracaso rotundo del proceso abierto en 2022 —quedó sin distribuir un 75% del dinero disponible—. Una oportunidad que, en todo caso, vuelve a llegar tarde.

Se está perdiendo demasiado tiempo. Y no es menor lo que está en juego: Balaídos y el conjunto de sus auxiliares, uno de los grandes motores económicos de esta comunidad. Ni será porque la compañía no haya explicado las consecuencias. Carlos Tavares ha sido meridianamente claro: sobran 11 fábricas de coches en Europa. La multinacional tiene un proyecto sólido para alejar esa amenaza de Galicia, pero ese plan solo irá adelante si se le asignan a la factoría un volumen de fondos europeos suficiente. La irresponsabilidad del gabinete de Pedro Sánchez está poniendo en peligro una inversión superior a los 600 millones de euros y con ello el futuro del sector de la automoción en Galicia.

Tampoco es menor el potencial del proyecto presentado por Altri para construir en Palas una planta de fibras textiles. Y tampoco el ejecutivo central ha querido concretar las ayudas necesarias para materializar este plan. Es más, el delegado del gobierno ha llegado la semana pasada a cuestionar la ubicación, lamentando que se haya perdido la oportunidad de aprovechar fondos destinados a la «transición justa» al no haber optado por instalar la fábrica en la provincia de A Coruña. Simplemente incalificable. La frivolidad del equipo de Sánchez no tiene límite. Sobredosis de demagogia y soberbia. Pura negligencia.

Una irresponsable dejadez, con la que el Gobierno está poniendo en peligro proyectos empresariales que resultan estratégicos para Galicia. Pero esta no ha sido nunca la prioridad de la coalición de izquierdas. Ni esta comunidad ni la política industrial. Por eso la titular de la cartera se permite compatibilizar el cargo con su candidatura a la alcaldía de Madrid. Por eso, además, la propia Reyes Maroto decidió en Navidad destituir al secretario general del ministerio en plena revisión y desarrollo de los Perte. Ya hace unos meses, en octubre, también Sánchez había cesado también a otro responsable de la ejecución del Plan de Recuperación. Lo cual, en conjunto, refleja nítidamente el rotundo fracaso del ejecutivo central en la distribución de los fondos europeos.

Mal diseñada la estrategia y peor ejecutada. La crónica de un naufragio anunciado. Una oportunidad histórica que corre peligro de perderse. Por pura irresponsabilidad. Porque a este gobierno le sobra demagogia y frivolidad, pero le falta capacidad de gestión. Se ocupa mucho de la propaganda, pero muy poco de las cosas de comer. Y así nos va.