Las lluvias y la bajada de las temperaturas frenan al mosquito tigre en Galicia

Si bien la Xunta lleva trabajando en la identificación de mosquitos que puedan ser portadores de enfermedades desde el año pasado, no fue hasta este agosto cuando se identificaron, por primera vez, ocho ejemplares de mosquito tigre en la localidad pontevedresa de Moaña, gracias al aviso de un vecino mediante la aplicación de colaboración ciudadana 'Mosquito Alert', que permite informar de avistamientos o picaduras. Desde entonces, los técnicos de ReViVaVec -integrado por las consellerías de Sanidade y Medio Rural- pudieron confirmar su expansión a otros cuatro municipios cercanos, todos ellos en la misma provincia: en Vigo, Cangas, Redondela y, ya en octubre, en Vilaboa.

Si bien el riesgo de contagio de enfermedades como el dengue o el Zika es bajo y ninguno de los ejemplares localizados era portador de enfermedades, desde la administración recuerdan que su picadura puede resultar molesta e incluso causar reacciones alérgicas de cierta gravedad. De hecho, su presencia causó inconvenientes en varios colegios del municipio olívico, sobre todo al inicio del curso escolar, lo que obligó a tirar de mosquiteras, repelentes y manga larga.

Caída drástica

Ahora, tras las abundantes precipitaciones del último mes y la bajada de las temperaturas, el comité técnico confirmó que la densidad de mosquito tigre en la Comunidad «descendió considerablemente», tal y como preveían los especialistas. Con todo, hasta finales de noviembre la Xunta continuará con los trabajos de muestreo y estudiará mantener trampas de vigilancia en aquellas zonas en las que pueda haberse extendido.

Del mismo modo, de cara al año que viene, se configurará una red de vigilancia en colaboración con los diferentes ayuntamientos y también con los responsables de 'Mosquito Alert', y se volverá a apostar por campañas de información y concienciación ciudadana, como la llevada a cabo este verano en las farmacias de la provincia de Pontevedra.