Incendios
Las llamas calcinan más de 13.500 hectáreas en Galicia forzando a 750 personas a desalojar sus casas
Cercanía con las viviendas
El viento avivó y cambió la dirección de los incendios, que estaban a punto de ser estabilizados el domingo por la tarde, según ha indicado el presidente de la Xunta
Ántar Vidal
SANTIAGO
Quinta jornada sin descanso batallando contra las llamas. Desde que el jueves pasado la seca tormenta que asoló Galicia se saldase con casi medio centenar de incendios provocados por los rayos, los servicios de extinción profesionales han estado trabajando por cesarlos. Por el momento, ya ... van más de 13.500 hectáreas calcinadas en todo el territorio, con focos importantes en las provincias de Lugo y Orense, una cifra que cobra más peso si se compara con las 6.000 de este domingo a la noche. Según la última actualización de Medio Rural, el incendio más grande continúa teniendo lugar en Folgoso do Courel (parroquia de Vilamor): son ya más de 4.500 hectáreas las que las llamas han quemado (la UME está trabajando en la zona, con 7 aviones y 9 helicópteros); y en Carballeda de Valdeorras en la parroquia de Riodolas) 4.600 ha, con otros tantos servicios de extinción implicados. Son, con diferencia, los dos focos más importantes ahora mismo en la comunidad.
La Situación 2 se encuentra activa en un total de cinco concellos, por la cercanía de las llamas con las casas, aunque algunos de ellos, afortunadamente, ya han solicitado su desactivación. Es el caso de los dos incendios cercanos a las núcleos del concello de Oímbra, que afectaban a las parroquias de San Cibrao y Videferre (casi 400 hectáreas quemadas) y el de Palas de Rei (275 ha). No obstante, durante la jornada del domingo tuvieron que ser desalojadas aldeas por el peligro que corrían sus habitantes. Este nivel de alarma permanece activo en tres incendios en Folgoso do Courel, en Pobra do Brollón y en Carballeda de Valdeorras.
Las llamas se están ensañando con el concello lucense de Folgoso do Courel. El concello mantenía tres frentes abiertos, dos fuegos en la parroquia de Vilamor y uno en Saceda, pero los incendios de Vilamor se han unido finalmente con los dos que estaba teniendo lugar en Pobra do Brollón, según las últimas informaciones. Este macroincendio lleva ya más de 4.500 hectáreas calcinadas a su paso. En la parroquia de Saceda son otras 1.100 hectáreas quemadas en un tercer fuego, en el que están actuando hasta seis aviones, seis helicóptero y la Unidad Militar de Emergencias (UME).
Son casi una veintena de incendios los que están activos en Galicia, según los últimos datos de Medio Rural. Desde el puesto de mando de Pobra do Brollón (Lugo), el presidente de la Xunta Alfonso Rueda informó del último minuto de la delicada situación de los montes gallegos. En la provincia de Lugo fue necesaria la evacuación de medio millar de personas, mientras que en Orense 250: en total, 30 núcleos urbanos desalojados. «Son horas muy difíciles», ha declarado Rueda a los medios. Es crucial que amaine el viento en estos momentos, pues fue este factor el que reavivó las llamas el domingo por la tarde cuando los incendios «ya estaban perimetrados y por lo tanto empezaban su fase de control«.
«Ahora mismo hay más 400 efectivos trabajando, 50 motobombas y las tres grandes cisternas de la AXE (Axencia Galega de Emerxencias) están activas en estos incendios, algo que pasa por primera vez», ha detallado el presidente de la Xunta. Por parte del Gobierno, ha especificado el delegado en Galicia, José Miñones, hay 120 efectivos de la UME entre los fuegos de Folgoso (60) y Valdeorras (52). También hay un tercer dispositivo de camino a Orense, ha asegurado. «Estamos a disposición de la Xunta, que es quien tiene las competencias. La coordinación es fundamental» en estos momentos, ha incidido Miñones.
El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, acudió durante el lunes a varias de las zonas afectadas por las llamas. Estuvo en Tricastela, Pobra do Brollón, Folgoso do Courel (Lugo) y O Barco de Valdeorras (Orense).
Casas quemadas en O Barco
La parroquia de Alixo, en O Barco (Orense), fue la «zona cero» de los incendios del concello, según informa su alcalde, Alfredo García. En la localidad las llamas han quemado hasta 15 casas, según el balance del regidor, recoge Ep: «todavía echan humo». Con todo, ha explicado que la situación se encuentra «más tranquila» en estos momentos, si bien existe «cierto peligro en caso de que cambie el viento» en la parroquia de Santa Mariña. En el concello fueron varios los núcleos que tuvieron que ser desalojados; «hay gente que se enfada, pero no había otro remedio», ha afirmado. Ha asegurado que «nunca» en la vida se había imaginado «vivir una situación así», al tiempo que lamenta la «impotencia» existente. García ha relatado a ABC que, afortunadamente, 14 de esas 15 casas calcinadas por las llamas eran segundas viviendas. El resto de personas desalojadas, por lo de pronto, ya han podido volver a sus casas.
En Folgoso do Courel, donde las comunicaciones telefónicas no son sencillas, tras haber ardido varios repetidores, la noche del domingo al lunes fue dura para los vecinos de una docena de núcleos de población que hubieron de dejar sus hogares a causa de las llamas. Se distribuyeron como pudieron: los más afortunados, en segundas viviendas y casas de familiares; otros, en un pabellón municipal, en Triacastela, y los restantes en casas de turismo rural en diversos puntos del concello.
Por parte de la Xunta, «se evaluarán los daños y se darán las ayudas que sean necesarias«, ha declarado Rueda. No obstante, »lo prioritario es controlar los incendios cuanto antes, que en estos momentos está siendo muy complicado«.
Incendios en aumento y estabilizados
Todo comenzó el jueves a la noche, cuando se produjo «ese fenómeno inusual y poco habitual en Galicia», como ha incidido Rueda. Aquellos «50 fuegos instantáneos» son el origen de «todo lo que ahora estamos combatiendo», que ya se han saldado con más de 13.500 hectáreas quemadas. Los últimos datos muestran que la situación está empeorando: el fuego de Vilariño de Conso (Orense) también ha superado las 1.800 ha calcinadas. En él trabajan hasta cuatro aviones y 8 helicópteros.
Pero no todos son malas noticias: el fuego de Ribadavia sigue controlado, así como los de Rodeiro, Antas de Ulla, o los de Quiroga. El último en considerarse estabilizado es el del concello de Cervantes (Lugo), tras arrasar con 75 hectáreas.
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