Kwesi, superviviente del Pitanxo: «Aunque no se hubiese parado el motor se iba a hundir igual»
El marinero ghanés explicó en la Audiencia Nacional que las redes se engancharon en el fondo del mar, provocando que el barco se escorara. Una versión contraria a la del capitán
Á. Vidal
Santiago
Durante la declaración en la Audiencia Nacional del pasado 6 de junio, Samuel Kwesi, uno de los tres supervivientes del naufragado Villa de Pitanxo, fue contundente: «Aunque no se hubiese parado el motor se hundiría igual». Palabras que contradicen, totalmente, la versión de los otros ... dos marineros que salvaron su vida, el capitán, Juan Padín, y su sobrino, Eduardo Rial.
Las declaraciones recogidas por Europa Press en la AN, Samuel Kwesi se mostró convencido de que el buque se habría ido a pique igualmente aunque el motor no se hubiera estropeado. Los motivos, según el superviviente, es que primero el barco embarró. Es decir, las redes se quedaron enganchadas en el fondo del mar, lo que provocó que el Villa de Pitanxo se escorara y el agua comenzara a entrar. «Ya había entrado agua. El Pitanxo aunque no se hubiese parado el motor se iba a hundir igual, porque en la posición en la que estaba antes de que se parase el motor ya era el final», subrayó Samuel. Tras ello, Padín, como explicó el superviviente ghanés, comenzaría a llevar a cabo diferentes acciones para tratar de salvar la situación hasta que el motor se paró por la cantidad de agua. Desde la tripulación le reclamaban que soltara el aparejo, algo que no hizo.
Era 15 de febrero, el barco estaba faenando a 450 kilómetros de Terranova (Canadá), cuando todo sucedió: 21 de los 24 marineros murieron en el accidente que, según la versión del capitán y su sobrino, se produjo por el parón de manera repentina del motor, dejando el buque a la deriva y merced de las olas, provocando la entrada de agua. Una versión que no coincide en absoluto con la del tercer superviviente.
Según el relato de Kwesi, una vez el barco estaba escorado, el jefe de máquinas habría tratado de bajar a la sala de máquinas a ver qué había pasado, porque las maquinillas del aparejo habían dejado de funcionar. Acompañado por Eduardo, llegaron hasta la puerta de entrada desde cubierta. Sin embargo, según Samuel, nunca llegaron a entrar porque el buque estaba demasiado escorado ya. En ese momento, el motor del Pitanxo todavía seguía funcionando.
«Asesino, nos quiere matar»
Una de las frases más repetidas en la declaración de Samuel fue la que, según él, dijo el capitán del Pitanxo minutos antes de que el barco se hundiese. Kwesi aseguró que Padín no dio la alerta de abandono del buque ni de ponerse los trajes salvavidas, lo único que dijo fue: «Subid arriba, subid al puente (de mando), hostias».
Esta oración fue repetida por Samuel de forma literal en al menos una decena de ocasiones durante las casi dos horas de interrogatorio. También aseguró que los marineros le pidieron a Padín que soltase la red para así poder corregir el escore del barco, pero que el capitán nunca les hizo caso.
Además, aseguró que varios lo llamaron «asesino, nos quiere matar». Incluso una vez dentro de la balsa salvavidas, uno de los marineros le reprochó sus actos, pero el patrón nunca respondió.
Entre otros temas, Samuel mantuvo que en la última marea del Pitanxo no se llevó a cabo ningún simulacro de emergencia, como establece el protocolo y como sí aseguran que se realizó los otros dos supervivientes. También defiende que tanto Padín como Rial y la armadora del barco trataron de presionarlo para que cambiase su versión de los hechos y contase que fue una parada repentina del motor lo que provocó el hundimiento.
Una vez en la barca salvavidas, Samuel relató cómo poco a poco se fueron muriendo seis de los nueve que consiguieron subirse a la misma y sí reconoció que Eduardo Rial ayudó «mucho» a los que estaban dentro sin traje de supervivencia (solo él y su tío lo llevaban puesto). También indicó que no era verdad que trataron de impedirle que subiese a la balsa, a la vez que negó que Eduardo fuese recogido del agua.
Horas antes de ser rescatados por el 'Playa Menduiña II', desde la balsa observaron otro barco cerca, pero al carecer de ninguna bengala u objeto para llamar la atención, no pudieron contactar con él, tal como explicó Samuel.
El pesquero gallego 'Villa de Pitanxo' se hundió el pasado 15 de febrero a 450 kilómetros de Terranova (Canadá), acabando con la vida de 21 de las 24 personas que viajaban a bordo del barco. El patrón del buque, Juan Padín, es el único investigado en la causa, ya que la Audiencia Nacional ve indicios de 21 delitos por homicidio por imprudencia.
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