el garabato del torreón
García Ascot, obra completa
García Ascot fue la única mujer integrante del Grupo de los Ocho del que formó parte otro músico gallego olvidado, el vigués Juan José Mantecón
Con su generosidad proverbial, la musicóloga Teresa Adrán, cuya labor divulgativa es bien conocida de los melómanos gallegos, nos hace llegar la grabación de la obra completa (es un decir: siempre pueden aparecer partituras dadas por perdidas) de Rosa García Ascot, reunida, ... creemos que por primera vez, en una grabación en la que participan el pianista Ignacio Clemente (gran conocedor de la obra de Bal, el marido de García Ascot), el guitarrista tudense Samuel Diz (estudioso de la música de la generación de la República) y la Orquesta Sinfónica Ibérica, dirigida por José Luis Temes, verdadero artífice de este registro y con muy asentado prestigio como recuperador de figuras de la música española del siglo XX postergadas o silenciadas por la desmemoria o el exilio. A Temes debemos, por ejemplo, el «rescate» de la compositora y pianista María Rodrigo, madrileña, autora de la ópera Becqueriana y exiliada en Puerto Rico.
García Ascot, la única mujer integrante del Grupo de los Ocho (del que formó parte otro músico gallego olvidado, el vigués Juan José Mantecón), renunció a su carrera de compositora y concertista para ser apoyo y aliento de su esposo, a quien acompañará en su largo exilio mejicano.
A quienes conocimos a Rosa García Ascot nos resulta difícil evitar el diminutivo Rosita -siempre respetuoso, siempre cariñoso- al referirnos a ella. Risueña, menuda, ajena a toda vanidad, la recordamos en su piso del madrileño del paseo de La Habana (en la misma finca vivía Ernestina de Champourcín, ya viuda de de Manuel Altolaguirre) y, algunos veranos, en sus visitas a Lugo, siempre con Bal y Gay, su esposo, también modelo de afabilidad y sencillez.
Leo que se baraja la posibilidad de establecer en Compostela un espacio dedicado a las relaciones, afectivas y literarias, entre García Lorca y Galicia. Objetos, correspondencia, fotografías ediciones de los 'Seis poemas galegos'… Cartas de Bal, de Serafín Ferro, de Blanco Amor, de Guerra da Cal… Todo parecerá pequeño si se compara con el cuaderno de dibujos que Lorca dedicó a Rosa García Ascot. Quisiéramos volver a tenerlo en nuestras manos.