Suscribete a
ABC Premium

El garabato del torreón

Allá lejos, Carmiña

Demasiado exigente, demasiado inteligente y demasiado ingeniosa

Juan Soto

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Lo que la presuntuosa Simone de Beauvoir pensaba de sí misma (aunque se lo adjudicase a otras) lo aplicaba yo a Carmen (Carmiña) Martín Gaite: demasiado exigente, demasiado inteligente y demasiado ingeniosa. Con ella, el adjetivo indefinido se convertía en el perfil exacto de su ... retrato. Lo indefinido la definía. Este año cumpliría un siglo y yo la vuelvo a ver, como una evocación remota, sentada en el café, esperando a su hija Marta, que era por entonces novia de un hijo de Carlos Castilla del Pino, también de nombre Carlos. Ya no queda nadie. Hago memoria de aquel tiempo y me echo a temblar. Los chicos de Haro Tecglen, Aníbal Núñez, Antonio Valente… ¿Fue el sida, fue la heroína o fuimos todos, jóvenes y viejos, carcas y progres, beatles y rollings? Nunca lo sabremos.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia