Inteligencia Artificial: copiosas posibilidades y otros tantos retos en su adopción en Galicia
Un estudio analiza su capacidad para acoger una tecnología cada vez más imperante
Ordenadores que se enfundan el uniforme escolar
Los autores del estudio, durante el acto de presentación de este jueves, en Santiago
¿Está Galicia preparada para que la Inteligencia Artificial (IA) se introduzca en su tejido? Una tecnología boyante acompañada por una amalgama de capacidades que, a ritmo acelerado, demuestra ser de aplicación en prácticamente todos los sectores. Su empleo para -entre otras cosas- automatizar ... sistemas, establecer modelos predictivos y ofrecer respuestas a consultas específicas en tiempo real asemeja una llave capaz de abrir fronteras. Desde la gestión empresarial hasta la productiva, pasando por las materias de salud y sanidad, la ciberseguridad, el ocio o la transmisión de conocimiento en la educación, resulta difícil encontrar un campo que no sea susceptible a ver mejoras con su aplicación. Pero adoptarla conlleva culminar ciertos preparativos. Por un lado, disponer de capital humano formado y capaz de hacer uso efectivo de sistemas basados en IA; económico, para posibilitar la inversión en investigaciones; y hojas de ruta de administraciones y compañías que apuesten por una tecnología reciente y -en su contra- sin precedentes generadores de confianza. Preparar el continente para el contenido.
Por eso, analizar el panorama actual y dilucidar, en consecuencia, qué retos debe marcarse Galicia a corto y medio plazo es lo que se propone el Foro Económico de Galicia en su último estudio, presentado este jueves en Santiago bajo el título 'O desenvolvemento da Intelixencia Artificial en Galicia: Están preparadas as empresas galegas?'. El documento recoge que el punto de partida de la Comunidad no es el mejor: su tejido empresarial, en el que imperan las pymes, dista de ser el caldo de cultivo óptimo para gestar avances en IA. Tal y como han explicado María Bastida y Luis Alberto Otero, dos de los expertos a cargo de la investigación, las compañías, especialmente las de mayor tamaño, suelen ser los «catalizadores» de la innovación gracias a su propia inversión. Por ello, Alberto Vaquero, también coautor, ha destacado la necesidad de que exista un estímulo gubernamental en la forma de bolsas y líneas de ayuda específicas.
Durante la exposición se ha hecho referencia al objetivo de «formar talento» en el sistema educativo que después sea asimilado por las empresas, en línea con su propia necesidad de disponer de capital humano versado en el empleo frecuente de sistemas de IA. Así, han abundado, se formarían también «líderes» que, desde sus organizaciones, se convertirían en faros para el avance en su paulatina implantación. Por el momento -y motivada por la llegada de la Aesia a la Comunidad- la Xunta se ha marcado el objetivo de formar a profesionales docentes en el manejo de estas técnicas, con un manual ya a su alcance.
«A pasos agigantados»
El estudio concluye que el tejido empresarial gallego es, con todo, «susceptible» a la adopción de la IA, en tanto que considera a las pequeñas empresas «especialmente vulnerables» en este sentido, con barreras que se resumen en la falta de conocimiento y experiencia en el campo y la actual carencia de recursos. La fórmula para sortearlas, señalan los expertos, pasa por introducir mejoras infraestructurales -mayormente, fomentar la digitalización en todos los niveles y una cultura de compartición de ciertos datos entre empresas para conseguir un avance conjunto- y las mencionadas apuestas por la formación de talento y por el refuerzo de las líneas de financiamiento y de apoyo público. El objetivo, señalan, es pasar del actual 7% de implantación de la IA en el tejido gallego al 25% para 2025. Un año y medio en el que, como ha expresado Bastida, habrá que avanzar «a pasos agigantados».
Creación y destrucción de puestos de empleo
El catedrático de la USC y director científico del CiTIUS, Senén Barro, hizo hincapié en el inevitable proceso de reajuste en el mercado laboral que viene con la adopción de la IA. Previamente en el discurso se había alertado del «potencial de sustitución» de los empleos «monótonos, repetitivos, con bajo nivel de cualificación» ante sistemas automatizados y predictivos. Pero Barro ha señalado que, tras esa pérdida de empleo, los profesionales que ostenten los nuevos oficios que puedan surgir «no serán los mismos», por lo que urge su «recualificación». «Ese es el gran problema», ha ponderado.
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