Estabilizan el incendio de Valdeorras y el de Vilariño ya suma más de 6.000 hectáreas

El de O Courel no aumentó su superficie y se solventaron los dos activos en Oímbra

Lucha contra el fuego en Vilariño de Conso (Orense) EP

Dos de cal y una de arena en la lucha contra los fuegos que aún asuelan Galicia y se han cobrado más de 32.000 hectáreas. El de mayores dimensiones, el de Carballeda de Valdeorras, 10.500 hectáreas consumidas, quedó estabilizado a última hora de ... la tarde de este domingo, informó la Consellería de Medio Rural. Y en los focos que estaban activos en el concello lucense de Oímbra, los servicios antiincendios lograron extinguir uno y estabilizar el otro. En cambio, el de Vilariño de Conso, en Pradoalbar, que afecta al Parque Natural del Invernadoiro, siguió ganando terreno: 6.500 hectáreas. Es el único que lo hizo el fin de semana.

Los dos peores incendios de la historia de Galicia, por dimensiones, el macrofoco de Folgoso-A Pobra do Brollón —aún activo—, y el de Carballeda de Valdeorras, no aumentaron de superficie. Tampoco se incrementaron las hectáreas, 1.100, cobradas por las llamas en otro punto de Folgoso, en Seceda. Pero no puede decirse lo mismo del incendio de Vilariño de Conso, en el que ayer, a media tarde, batallaban denodadamente seis técnicos, 70 agentes y 137 brigadistas, auxiliados por 71 motobombas, siete palas, nueve aviones y 15 helicópteros. Los gigantescos fuegos de O Courel y Valdeorras han acaparado titulares, y con razón. Porque más allá de las hectáreas quemadas obligaron a evacuar a más de 1.000 vecinos en algún momento de la pasada semana. Y se llevaron por delante 85 construcciones, además de otros bienes materiales.

Con todo, que estos dos fuegos, por así decirlo, hayan sido menos mediáticos, no oculta que el de Pradoalbar ha acabado convirtiéndose en otro de los que, por derecho previo, cerrarán este verano como parte de la leyenda negra de la devastación de las llamas.

Sin freno

El miércoles, la Consellería do Medio rural comunicaba que iban 4.000 hectáreas devastadas en Vilariño de Conso. El jueves saltó primero a 4.200 y, después, a 5.200. El viernes se contuvo, con 300 más (5.500) y otro tanto el sábado (5.800). Pero aunque fuera a modo de goteo, las hectáreas calcinadas no dejaban de incrementarse.

Ayer, el parte del mediodía comunicó una nueva alza, hasta 6.300, rebasada la barrera de los 6.000. Una cantidad que se había ido ya hasta los 6.500. O lo que es lo mismo: en apenas tres días, el fin de semana, otras 1.300 hectáreas que se cobraron las llamas.

A cambio, ya se respira en Oímbra. A las 10.36 de este domingo quedó extinguido el foco de Videferre, después de llevarse por delante 919 hectáreas; y el de Rabal quedó controlado a las 13.10, con una medición provisional de 2.100 hectáreas quemadas. El de San Cibrao (400) ya estaba bajo control. También se extinguió el fuego en Antas de Ulla, donde ardieron 54,1 hectáreas.

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