HISTORIA
Identificada una nueva fortaleza clave durante la Guerra de la Restauración
Pudo haber albergado a más de 15.000 soldados para frenar el avance portugués
SANTIAGO
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEl Baixo Miño fue una zona de guerra siglos atrás. Si se rebobina hasta la Guerra de Restauración de la Independencia de Portugal, durante el siglo XVII, la zona que bañaba el río Miño, frontera natural, acogió conflictos durante décadas. Así lo acredita uno de ... los últimos descubrimientos en la materia. Los investigadores Xurxo Salgado y Rebeca Blanco-Rotea han identificado una nueva fortificación en el Concello de Tomiño que perteneció a la contienda.
Durante los últimos años Blanco-Rotea ha encontrado y catalogado numerosas construcciones bélicas, fuertes y murallas en esta zona: hasta ahora, se pensaba que el grueso del conflicto hispano-portugués se desarrolló en el frente extremeño, pero estos hallazgos sitúan a la frontera norte de Portugal como un punto clave en el desarrollo del conflicto saldado con el Tratado de Lisboa.
Blanco-Rotea es historiadora y especialista en paisajes bélicos, y ahora urge notificar la fortificación «para iniciar la protección y estudio de este espacio para conservar los escasos restos que se mantuvieron en el lugar». En una conversación con ABC, el periodista Xurxo Salgado —que fue quien plantó las semillas de la investigación, pues no le cuadraba que los restos fueran medievales, como se creía— cuenta que la zona está muy deteriorada en la actualidad. «La construcción estaba ahí, pero no estaba. Nadie sabía a qué periodo pertenecía con exactitud». Es como, dice, «si tienes una pirámide delante de tus propios ojos pero nadie la mira hasta que alguien te dice lo que es».
Punto candente en la Guerra
El hallazgo «revela que todo el conjunto de Baixo Miño y en especial el concello de Tomiño albergó uno de los complejos militares más importantes de toda la guerra con Portugal», explica Salgado.
Durante 30 años los portugueses entraban a Galicia por Goián, y lo mismo hacían los gallegos. «Teníamos ejercito portugués en territorio gallego y viceversa, y para evitar nuevos avances se construyeron estas fortalezas», relata Salgado. Los mapas de la época hacían referencia a que un gran ejército con 14.000 infantes y casi 2.000 caballeros se instalaron en un cuartel de la zona. En concreto, fue un mapa de 1666 el que recoge el dato, y de ahí que Blanco-Rotea sitúe esta construcción en la parte final de la guerra, que concluyó con el tratado de paz en el 1668. Esta correcta identificación de la fortaleza da muestra de lo duro de los años finales del conflicto de Restauración: si entre el 1640 y el 1657 hubo relativa calma en la Guerra, no fue así a partir del 63. El ejército portugués planeó una gran ofensiva para centrar la guerra dentro de territorio gallego, con la intención de conquistar Goián.
Allí, el ejército portugués se hace con una gran fortaleza, la de la Concepción, que está conectada con otros elementos defensivos a través de trincheras y túneles. Para cortar el avance portugués hasta Tui, el general de Galicia manda construir una nueva fortificación en Estás (Tomiño), y en el 65 se intenta atacar la Concepción sin éxito.
En el 1666 es cuando se reúne el gran ejército de más de 15.000 hombres. Ahora hay que hacer un estudio intensivo del descubrimiento para poder determinar si fue en este yacimiento en el que se acuartelaron todos ellos.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete