La hora de la verdad del juicio del Alvia: conclusiones de la tragedia y la última palabra de los acusados
La vista oral sobre el accidente de Santiago, que empezó en octubre, encara su recta final
El juicio del Alvia, una batalla entre los dos acusados para sacudirse responsabilidades
Santiago
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Iniciar sesiónEl próximo 24 de julio se cumplirán diez años de la peor tragedia ferroviaria de la democracia en España, la del tren de alta velocidad que, a pocos kilómetros de la estación de Santiago de Compostela, descarriló cobrándose la vida de 80 viajeros ... y dejando más de 140 heridos de diversa consideración. Para ese día, el del décimo aniversario, no habrá todavía sentencia que amortigüe —o no— el dolor de las víctimas, pues no se espera que se dicte mínimo hasta otoño. Pero sí, al menos, se habrá finiquitado un largo y complejo juicio, que arrancó el pasado octubre, y que ahora, ocho meses después, a partir de este martes y hasta el 27 de julio, encara su recta final.
El juicio quedará visto para sentencia a finales de julio, más o menos en el décimo aniversario del accidente. La sentencia, para otoño.
En el juicio del Alvia se sientan en el banquillo —de forma figurada, porque la jueza permitió que no asistieran a la mayoría de sesiones— dos procesados. Francisco Garzón Amo, el maquinista del Alvia, señalado por adentrarse en la curva de A Grandeira (Angrois) al doble de la velocidad permitida, enfrascado en una conversación telefónica con el interventor, que viajaba en uno de los vagones. Y Andrés Cortabitarte, entonces director de seguridad de la circulación de Adif; en su caso, fue el no haber encargado, supuestamente, los informes de seguridad pertinentes, antes de la inauguración de la línea de alta velocidad entre Orense y Santiago —año y medio antes del accidente—, lo que lo ha empujado a rendir cuentas en el juicio, que se celebra en la Cidade da Cultura de la capital gallega.
Responsabilidades diferentes, pero que, al menos para la Fiscalía, merecerían el mismo reproche penal: cuatro años de prisión para cada uno por 80 delitos de homicidio por imprudencia profesional grave y 145 delitos de lesiones —por los fallecidos y los heridos, respectivamente—.
Una parte de la estrategia de los dos procesados, el maquinista y un excargo de Adif, se orientó a señalar la responsabilidad del otro
En el juicio, tanto con sus declaraciones —con las que se abrió la vista en octubre— como luego con las preguntas que sus respectivos abogados plantearon a los testigos y peritos, quedó claro que buena parte de la estrategia de uno y de otro pivotaba en verter responsabilidades sobre el compañero de banquillo. A brocha gorda: si la vía hubiera contado con los sistemas de seguridad que debería —vino a decir la defensa de Garzón—, el maquinista hubiera 'despertado' de su despiste. O como ellos prefieren decir, recuperado su «conciencia situacional». En el otro lado, la defensa del exalto cargo de Adif, la empresa responsable de la infraestructura ferroviaria, tiene claro que el único culpable es Garzón, por hablar por el móvil cuando no debía, pues la infraestructura cumplía, según su versión, con todas las garantías exigidas.
Informes y conclusiones
En los próximos días, el fiscal del caso, Mario Piñeiro, deberá concretar en sus conclusiones si mantiene la acusación y la petición de pena para ambos procesados. Y luego detallar en la exposición de su informe —a buen seguro que profuso— la evaluación de responsabilidades a partir de la prueba practicada durante el juicio. En las siguientes sesiones harán lo mismo el resto de partes personadas. Y el juicio bajará el telón a finales de julio —en principio, el 27, tres días después del décimo aniversario—. En la última sesión, la juez del caso, Elena Fernández Currás, titular del Juzgado de lo Penal 2 de Santiago, dará la posibilidad a los dos acusados para que, si quieren, utilicen su último turno de palabra.
Son dos procesados, para quienes la Fiscalía reclama la misma pena, pero que para una buen parte de las víctimas y familiares de los fallecidos en el accidente su responsabilidad no es comparable. Muchas familias cargan tintas sobre la culpabilidad de Cortabitarte —cabeza visible de Adif— y descargan de la misma al maquinista, llegando incluso a ser considerado por algunos como una víctima más de la tragedia. En una de las últimas sesiones, sin embargo, de las dedicadas a cuantificar indemnizaciones, una familiar de un fallecido lamentó que, desde diversos ámbitos, haya habido cierto trato de favor hacia Garzón. O, como ella lo dijo, «contemplaciones por parte de la prensa y de todo el mundo» con el maquinista, el único de los dos que hasta ahora pidió perdón.
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