Los grandes incendios de Galicia, «en camino de ser controlados» 31.000 hectáreas después
La Xunta desactiva la situación 2 por proximidad a núcleos de población en los fuegos del Courel y Valdeorras, aún activos, pero que no varían de dimensiones
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Iniciar sesiónEl sábado 16 de julio, Galicia amanecía con nueve incendios fuera de control; en Folgoso do Courel, sumando tres focos, las llamas habían devorado 1.250 hectáreas; también en Lugo, en a Pobra do Brollón se habían consumido 550; en Orense, en Carballeda de Valdeorras, ... se habían perdido 800. Con el paso de las jornadas, y tras reavivarse al día siguiente, acabarían evolucionando en los peores incendios, por superficie devastada, de la historia de la Comunidad. En total, más de 31.000 hectáreas arrasadas.
Este viernes, no obstante, el último parte emitido por la Consellería do Medio Rural constató la tregua que se inició a mitad de semana: el macroincendio de Folgoso-A Pobra no se movió de las 10.000 hectáreas, y el de Carballeda de Valdeorras permaneció en las 10.500. «No podemos decir que estén los incendios extinguidos, están en camino de ser controlados completamente», valoró el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, en declaraciones a los medios desde una explotación de carne de vacuno en el concello lucense de Abadín.
«Afortunadamente, después de días muy complicados, las cosas están francamente mejor», prolongó, aún con mayor convicción, el mensaje que comenzó a trasladar el miércoles, siempre marcado por la prudencia, una vez dio un respiro la climatología. Un factor al que aludió expresamente, al indicar que «está ayudando estos días de trabajo incansable de muchísimos efectivos» del «mejor servicio de extinción de España».
MeteoGalicia preveía este viernes 30 grados en Orense y 22 en Lugo, aunque en un contexto de «influencia anticiclónica», con vientos moderados. Para el sábado, se esperan 34 grados en Orense y 24 en Lugo, ya consolidada la influencia de las altas presiones; si bien la Agencia Estatal de Meteorología ha activado el nivel amarillo de alerta, dentro de la provincia orensana, para la zona del Miño, donde se llegará a 36 grados. Nada que ver, en todo caso, con la ola de calor que se alió el pasado fin de semana con las tormentas para desencadenar una sucesión de incendios.
La tregua climatológica, que permitió concentrar esfuerzos en las zonas más castigadas, ha dado réditos. Al filo de las 19 horas de este viernes, Medio Rural comunicó que quedaba desactivada la denominada Situación 2, por proximidad a núcleos de población, en los tres fuegos donde aún permanecía implementada: los dos de O Courel —sigue en 1.100 hectáreas el de Seceda— y el de Valdeorras. Un respiro para los vecinos de Parada dos Montes, Carballal, Busto, Gamiz y Candeda.
Sin apenas cambios
Con respecto al último balance del jueves, este viernes solo aumentaron en superficie arrasada dos incendios: el cuarto activo, el de Vilariño de Conso, que pasó de 5.200 a 5.500 hectáreas; y el de Rabal, en Oímbra, que saltó de 1.800 a 2.100, estabilizado sobre las 23 horas del jueves —una hora antes se extinguía el de Rodeiro, en Pontevedra, que quemó 110 hectáreas de monte arbolado—. En ambos casos estas modificaciones se consignaron durante la noche, sin cambios por el día. El resto de fuegos sin extinguir estaban ya controlados o, al menos, estabilizados.
Rueda todavía recordaba, flanqueado por el conselleiro de Medio Rural, José González, las «situaciones muy complicadas, sobre todo cuando afectaba a núcleos de población», que dieron la vuelta a España hace unos días. «Ahora están las cosas mucho mejor», celebró. Volvió a romper una lanza por el dispositivo de lucha contra el fuego: «El resultado está ahí». Y un deseo: «Esperemos que los siguientes días y el resto del verano, ojalá fuera así, sea ya (...) mucho más tranquilo».
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