Un golpe a los astilleros de narcolanchas deja cerca del banquillo a 13 investigados
La jueza del caso declara en rebeldía a dos de los implicados, que actualmente se mantienen en paradero desconocido
Golpe histórico a una potente organización de narcotraficantes con base en Ayamonte
Santiago
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Iniciar sesiónAbril de 2022 fue importante en la lucha contra las infraestructuras del narcotráfico en Galicia. Ese mes se sucedieron, con diferencia de apenas un par de semanas, dos grandes golpes contra la fabricación de narcolanchas, con epicentro en la comarca pontevedresa de O ... Salnés, pero con ramificaciones en otras comunidades autónomas españolas y Portugal.
Tras más de dos años de instrucción, una jueza de Cambados ha dejado ahora a 13 presuntos implicados en la primera de esas dos operaciones muy cerca del banquillo. Y desenmascara así un 'modus operandi' habitual seguido por varias organizaciones de narcos: fabricar lanchas por fases en diferentes astilleros y naves de España y Portugal, para usarlas para traficar con cocaína transoceánica o hachís marroquí importado a través de Andalucía.
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Fue la conocida como 'Operación Munari', cocinada a fuego lento por los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, tutelados por el Juzgado de Instrucción número 4 de Cambados. Entre enero de 2021 y abril de 2022, fruto de una serie de pesquisas previas del Equipo contra la Delincuencia Organizada y Antidroga (EOA) de la Guardia Civil de Pontevedra, los investigadores tuvieron conocimiento de «un colectivo organizado de personas dedicadas, de forma concertada en el tiempo, a la fabricación, equipamiento, puesta a punto, distribución y entrega de embarcaciones semirrígidas de alta velocidad», describe la jueza en el auto en el que apunta a esos 13 individuos por los delitos de integración de organización criminal y de delitos de contrabando de embarcaciones constituidas como género prohibido. Además, en el caso de uno de ellos, la jueza le imputa presuntos delito contra la salud pública.
Hachís desde Marruecos
La jueza tiene claro el fin ilícito de esas lanchas: «Eran empleadas para la conclusión de operaciones marítimas de sustancias estupefacientes con destino a las costas españolas». Y quienes colaboraban en su fabricación o transporte eran bien «conscientes y conocedores», recalca el auto, de que esas embarcaciones no iban a destinarse precisamente al ocio o a la pesca, sino «al tráfico ilegal de droga». Es decir, quienes participaban en alguna parte de ese proceso de fabricación sabían perfectamente la finalidad a la que iban a destinarse las lanchas.
Son un total de 13 los procesados en la 'Operación Munari', pero no están todos los que son. Hay otros dos que están investigados pero en paradero desconocido, y la titular del juzgado cambadés ha emitido un auto en el que los declara en rebeldía. Estos dos individuos son, presuntamente, los destinatarios finales de parte de las embarcaciones que se construían y preparaban en una nave de la provincia de Salamanca. Estos dos supuestos implicados, según la jueza, «controlaban» la «recepción y botadura» al mar de las narcolanchas, cuya fabricación tenía como fin introducir hachís en España desde Marruecos. Por otra parte, la jueza ha archivado la causa respecto a otros diez investigados al no poder probar su implicación con esta organización.
Durante el operativo, aquel abril de 2022, los investigadores intervinieron una veintena de embarcaciones en diferentes fases de fabricación en naves de O Salnés y el norte de Portugal. Además, se encontraron motores y otros elementos para la fabricación y navegación, además de miles de euros de supuesta procedencia ilícita.
Astilleros de Portugal
La 'Operación Munari' apuntaba la deriva que había tomado la fabricación de narcolanchas después de que en 2018 España prohibiese mediante decreto ley la mera fabricación y tenencia de embarcaciones neumáticas y semirrígidas de alta velocidad. Muchas organizaciones trasladaron entonces a naves del norte de Portugal parte del ensamblaje de las lanchas orientadas al narcotráfico.
«Eso era una puerta a la impunidad, porque permitía la fabricación -de las lanchas- casi sin disimulo» en el país vecino, recuerda en una conversación con ABC el gerente de la Fundación Galega contra o Narcotráfico, Fernando Alonso. Para más inri, la geografía portuguesa facilitaba mucho las cosas a las organizaciones para trasladar por vía terrestre a través de Portugal las embarcaciones hacia el sur de la Península Ibérica para el tráfico de hachís marroquí.
Sin embargo, en breve, esa «cierta impunidad» a la que se refiere el gerente de la Fundación Galega contra o Narcotráfico podría tener los días contados. Portugal ultima una ley similar a la española, que prohibirá fabricar esas lanchas. Una herramienta que en España ha dado muy buenos resultados contra el narcotráfico.
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