Giro en el juicio del Alvia: el fiscal retira la acusación contra el exdirector de seguridad, Andrés Cortabitarte

Quienes sí mantuvieron su acusación contra el responsable de seguridad en el momento del accidente fueron las plataformas de víctimas, que insistieron en que Cortabitarte «emitió un certificado se seguridad en la circulación el 7 de diciembre certificando el análisis y cumplimiento de materias de seguridad exigida, circunstancia que no se ajustaba a la realidad porque no se cumplían las condiciones». «El mismo autorizó la desconexión del sistema el 23 de junio de 2012 a través de un mail. No se llevo a cabo análisis de riesgo alguno pese a estar obligado por normativa», denunciaron en contraposición a la postura de la Fiscalía. En sus conclusiones también destacaron la «experiencia dilatada» de Cortabitarte, que con anterioridad había sido nombrado perito judicial en el accidente del metro de Valencia.

El juicio por el accidente del Alvia, en el que fallecieron 80 personas, arrancó el pasado octubre con dos acusados sentados en el banquillo: el maquinista del tren, Francisco José Garzón Amo, y el exjefe de seguridad de Adif, que se exponen a una pena de cuatro años de prisión. En ese momento, el fiscal del caso esgrimió la falta de protección de la línea en el momento del accidente como principal argumento a la hora de imputarle la responsabilidad no solo al maquinista del convoy, sino al jefe de seguridad de Adif en el momento de la apertura de la vía. El escrito de acusación del Ministerio Público previo al juicio fue tajante al afirmar que «el trágico accidente no hubiese sucedido si Adif y más concretamente el señor Cortabitarte, hubiesen evaluado el riesgo de exceso de velocidad». A lo que agregó: «La línea no era segura. No lo era».

El cambio de opinión del fiscal responde a ocho intensos meses de declaraciones por parte de decenas de expertos y peritos que se expresaron de formas muy diversas e incluso contrarias con respecto a la responsabilidad en el accidente. Para algunos de ellos, resulta claro que la responsabilidad del accidente fue más allá del exceso de velocidad del propio piloto, que iba a casi 200 en una curva de 80. Criticaron la señalización en la vía y la desconexión del sistema ERTMS a favor del ASFA, que deja mayor control al maquinista. Para otros, toda la responsabilidad se limitó a este momento de descontrol, los 100 segundos en los que el maquinista perdió la conciencia situacional debido a una llamada telefónica que se prolongó en el tiempo y que terminó cuando el tren encaró la curva de A Grandeira y descarriló. En su declaración, el propio Cortabitarte, que optó por no asistir al resto de sesiones de la vista oral, manifestó en su descarga que «si el maquinista hubiera frenado cuatro segundos antes, ahora no estaríamos aquí».

Coincidiendo con la sesión de este martes, y por primera vez en todo el proceso, una representación del colectivo de maquinistas estuvo presente en las afueras de la Ciudad de la Cultura de Santiago, sede de la vista oral. «Venimos a apoyar a esta persona que creemos que al final es una víctima más en este proceso y que necesita estar arropado por todos sus compañeros y compañeras del colectivo de maquinistas español», ha destacado uno de los representantes del Semaf, el sindicato de maquinistas. Preguntado sobre si tienen un contacto habitual con Garzón Amo, ha señalado que sí, «toda la organización», y acerca de su estado de ánimo en este momento, ha indicado que espera «que se resuelva ya este proceso que ha durado» casi una década. Después, ha recalcado, le seguirán «prestando apoyo y arropando hasta el final».