Galicia vive el verano más cálido de toda la serie histórica con 1,6 grados por encima de lo habitual

Elaborado a partir de los datos recogidos en las estaciones más representativas de la Comunidad y teniendo en cuenta su evolución durante el período de referencia 1981-2010, el informe subraya que las temperaturas marcaron «registros históricos». La media en el conjunto del periodo se situó en 20,7 grados, es decir, 1,6 grados por encima de lo habitual. La estación climatológica acabó registrando en su conjunto las temperaturas medias y máximas más elevadas de toda la serie histórica.

Los mayores episodios de calor se produjeron durante el mes de julio. La temperatura media alcanzó los 22,4 grados, con una anomalía de +2,7 grados con respecto a los valores históricos. Agosto se mantuvo en esta línea debido a la persistencia de las situaciones anticiclónicas, «siendo en su conjunto un periodo muy cálido», informó ayer la Xunta en un comunicado. El único mes que se desmarcó de esta tónica general fue el de junio, marcado por una gran variabilidad de situaciones meteorológicas y los contrastes entre jornadas extremadamente cálidas y secas con un comienzo y un final de mes con predominio de temperaturas frías. Atendiendo a la media resultó finalmente un periodo normal.

Por áreas geográficas, los termómetros presentaron ciertas diferencias. El macizo ourensano de Manzaneda y en la sierra de O Xistral vivieron el verano más fresco, con valores medios en torno a los 14,7 grados, seis grados por debajo de la media. El calor apretó, sobre todo, en las orillas del río Sil, donde los termómetros alcanzaron una media de 24 grados.

Las precipitaciones medias para las 16 estaciones meteorológicas de referencia fueron de 117 litros por metro cuadrado, sólo un 2% más de lo esperado. El periodo resulta en su conjunto normal gracias a las precipitaciones de junio, por encima de las habituales en ese mes. Julio y agosto fueron, sin embargo, mucho más secos de lo habitual. Las lluvias registradas durante la primera semana y los últimos 10 días de junio, elevan la pluviosidad mensual a 86 l/m 2 , lo que significa que llovió un 78% más de lo previsto, atendiendo a los datos históricos de referencia. A partir de junio predominó el tiempo anticiclónico. Esto hizo que las lluvias registradas fuesen escasas, con un déficit pluviométrico de un 66% respecto de lo habitual. El verano climatológico finalizó con un agosto seco, en el que se matuvo la tónica del mes anterior, con una anomalía de las precipitaciones esperadas para esta época del año de un 39%.

El reparto de la lluvia registrada durante todo el trimestre no fue homogéneo en el conjunto de la Comunidad. Así, los valores más altos se concentraron localmente en la Mariña occidental, con casi 340 l/m 2 acumulados entre junio y agosto.

Por el contrario, los registros más bajos se concentraron en gran parte de las provincias de Ourense y Pontevedra, así como en las comarcas coruñesas de Bergantiños y Terra de Soneira, donde apenas se recogieron 50 l/m 2 .