VUELTA A LAS AULAS
Galicia inicia el curso con la mejor ratio profesor-alumno de España
lomloe, inflación y sin libros de texto
El conselleiro de Educación defiende que este año habrá más docentes en las aulas, frente a una oposición que critica «recortes» y «oscurantismo». «En estos momentos de alza de precios ahorramos 107 millones a las familias», anotan desde la Xunta
Galicia
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Iniciar sesiónMiles de estudiantes gallegos arrancaron la pasada semana un nuevo curso en el que la mascarilla y la distancia de seguridad son ya un vago recuerdo del pasado. Lo que ahora preocupa a padres y docentes es la inflación, la entrada en vigor de la ... Lomloe y los problemas para conseguir los libros de texto a tiempo. Una realidad a la que las familias se enfrentan a diario y que afecta a más de 311.000 alumnos en Galicia, desde Infantil hasta Bachillerato. Según el conselleiro de Educación, Román Rodríguez, reveló este martes en el pleno del Parlamento, para dar cobertura a esta bolsa estudiantil la Comunidad gallega cuenta con una plantilla de 30.534 docentes, 11 más que los registrados el año anterior y 500 por encima del último curso prepandemia. Son datos con los que la Xunta trata de desmontar las críticas que la oposición lleva semanas vertiendo y que se reiteraron este martes en O Hórreo.
Para Rodríguez, estas cifras implican que Galicia es la comunidad con la ratio más baja de profesor-alumno de todo el país, «con un 10 por ciento más de docentes que la media española», se encargó de agregar el popular Ovidio Rodeiro para completar el dato. Pero a PSOE y BNG las cuentas no les cuadran y critican «problemas para planificar las clases de refuerzo» y «un recorte en los recursos humanos y económicos». La socialista Noelia Otero aprovechó su intervención para reprocharle al conselleiro que el primer día de curso hubo problemas de transporte en distintas localidades gallegas, con retrasos en las recogidas de los pequeños «e incluso padres que tuvieron que llevar a los niños al colegio en sus coches o en taxis». Rodríguez, ante la crítica, aclaró que a lo largo y ancho de la Comunidad son «tres mil» las rutas escolares que se activan cada mañana, por lo que «es inevitable que surjan problemas puntuales el primer día». Yendo a la estadística, Galicia sigue siendo la autonomía que más dinero dedica a transporte escolar —117 millones de euros— debido a la dispersión poblacional que la caracteriza y a que el 99,7 por ciento del alumnado de Infantil y Primaria cuenta con un servicio educativo en el ayuntamiento en el que vive y un 99 por ciento de las familias tienen plaza en el centro de primera opción.
Pero el baile de cifras y acusaciones fue más allá. Desde las bancadas de la oposición se afeó que «la consellería está instalada en la más absoluta falta de transparencia y en el oscurantismo», en palabras de los socialistas, y que «los recortes se están cebando en los niveles donde está la mayoría del alumnado», en boca del nacionalista Manuel Lourenzo. «Los datos proporcionados por el conselleiro implican que hay casi 1.000 profesores menos que en 2009, con casi 20.000 alumnos más en el sistema educativo, tomando como fuente los datos de Instituto Galego de Estatística (IGE). Se cargaron en una década uno de cada nueve profesores», aseguraron desde el BNG.
El guante lo recibió el popular Ovidio Rodeiro, que en su intervención desmontó el argumento anotando que «cuando ustedes hablan de que hay menos docentes siempre ocultan hablar de datos relativos a los alumnos y a la demografía». Y atacó: «Con ustedes la tasa de abandono escolar subía un punto por año. Ahora ronda el 8 por ciento cuando en 2009 era del 25».
Lluvia de datos
Lluvia de datos
Y nuevo chaparrón de cifras para acabar de radiografiar la situación actual, de nuevo de mano del titular de Educación. Galicia contará este curso académico «con 130 aulas más de Infantil y Primaria que antes de la pandemia a pesar del descenso de 15.000 alumnos»; la tasa de interinidad es del 8 por ciento, frente al 25 por ciento de media nacional y «el 93 por ciento de los alumnos con necesidades educativas especiales están integrados en centros ordinarios, 10 puntos por encima de la media nacional». En comparación con otras comunidades —informe PISA mediante— Galicia se sitúa también en los primeros puestos del país en cuanto a comprensión lectora, cálculo matemático o manejo de idiomas. Además, se repitió varias veces en el hemiciclo, «tenemos el mayor porcentaje de alumnos con resultados excelentes pese a proceder de entornos desfavorables». Lo que implica, insistieron desde el PP, «mayor igualdad de oportunidades se estudié en el rural o no». Asimismo, el conselleiro admitió que este año hay «menos profesores que en el curso de la pandemia» por el cambio en las necesidades. «Aquí y en toda España», aclaró Román Rodríguez, que apuntó que ese incremento fue una medida «excepcional» para atender los protocolos de un año determinado. «No se puede comparar lo excepcional con lo normal», recalcó ante los portavoces del resto de grupos en un intento por neutralizar sus quejas.
«Los pago de mi bolsillo»
El debate tampoco obvió los problemas económicos a los que muchas familias se enfrentan cada inicio de curso, y que este año se han visto agravados por la escalada de los precios. Interrogado sobre si sabía cuánto costaban los libros de texto, el conselleiro entró en terreno personal al afirmar que «lo sé bien porque tengo dos hijos y esos libros los pago de mi bolsillo», calificando de «café para todos» las políticas de gratuidad universal de los manuales que promulgaron desde el PSOE y defendiendo las ayuda en función de las rentas familiares. Entrando, precisamente, en el capítulo presupuestario, Rodríguez subrayó que la Xunta ha movilizado este año 107 millones de euros para reforzar el apoyo a las familias, con 25,6 millones —casi el 50 por ciento más— para ayudas a libros y material escolar, 50 millones en ayudas a comedores y las tasas universitarias congeladas durante doce años.
«Lo que aquí importan son los resultados, para que nuestros estudiantes compitan en igualdad de oportunidades con cualquier otro de otra comunidad. La crítica política es lícita, pero el tiempo es el mejor juez, el que da y quita razones» cerró el titular de Educación la primera ronda de una guerra de números que, con toda probabilidad, marcará la tónica del curso que empieza, en el Parlamento y fuera de él.
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