Galicia gravará la eólica marina a través de las líneas eléctricas
La Xunta inicia la tramitación de la futura ley para aprovechar los beneficios que dejen en la Comunidad los proyectos energéticos que aprovechen recursos naturales
Rueda enfrenta a BNG y PSOE por sus posturas ante la eólica marina
SANTIAGO
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Iniciar sesiónGalicia aplicará a la eólica marina un canon que gravará las líneas de evacuación de los parques 'offshore', ubicados en alta mar, una vez lleguen a tierra. Es una de las novedades de la futura ley de promoción de los beneficios sociales y económicos ... de los proyectos que utilizan los recursos naturales de Galicia, de la que este jueves dio detalles el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, en su comparecencia posterior a la reunión del Consello.
Rueda explicó que la Xunta no tiene «capacidad» para aplicar el «mismo gravamen», las mismas «figuras fiscales» del canon medioambiental o «canon eólico», que grava los proyectos renovables en tierra, porque no es factible intervenir el medio marino. Pero sí hay la «posibilidad jurídica», estudiada por los servicios legales del ejecutivo autonómico, y de ahí la «previsión» de que la futura ley lo recoja, de aplicar un canon, en tierra, a las líneas de evacuación, las que conectarán los parques con las subestaciones eléctricas. De momento, sin una estimación de cuál será su traducción económica.
Tendrá, dijo, la misma finalidad que el canon eólico actual, priorizando que repercuta en aquellos lugares donde se instalen las conexiones, pero también en el sector pesquero, y bajo la premisa de garantizar la «coexistencia de recursos». Tras reiterar que la transición energética no puede basarse en un «reparto» entre «vencedores y vencidos», reivindicó que debe beneficiarse la sociedad en su conjunto, siempre con más intensidad en aquellas zonas donde se ubiquen los proyectos energéticos; pero se trata de un «patrimonio», enfatizó, «de todos», para los gallegos «de hoy y de mañana».
No solo renovables
Yendo a lo concreto, se centrará la ley en tres tipos de proyectos: aquellos que producen energía a partir de fuentes renovables, los que requieran de una concesión de aguas para generar energía y las explotaciones mineras. Una de las novedades, ya avanzada previamente, es que se pedirá no solo una declaración de impacto ambiental, sino también socioeconómica. Entre los ítems a valorar, la participación en proyectos locales, creación de empleo en la zona, adquisición de productos y servicios in situ, contratación de servicios de I+D+i, reducción de costes de energía y preservación de bienes culturales y naturales. El mandatario hizo hincapié en el penúltimo punto: una «reducción notable» en la factura eléctrica «sería uno de los efectos más beneficiosos y más visibles»; «mucho mejor» cuanto más amplia sea la zona de aplicación y el porcentaje de ahorro.
Ese análisis socioeconómico pesará a la hora de que se seleccionen los proyectos en los que participará la sociedad mixta público-privada para el aprovechamiento de los recursos naturales cuyo lanzamiento, en paralelo pero sujeto a otros procesos y tiempos, también había avanzado Rueda, el pasado martes. Ahí entrarán la Xunta, actores privados y otras administraciones. El presidente no quiso adelantar porcentajes de participación, por entender que aún es prematuro. Pero al tiempo lanzó el guante a «todas las administraciones con competencias en el territorio» que tengan «interés» en integrarse; y citó expresamente a los concellos y las Diputaciones. La fase de participación pública será, en este sentido, la «primera piedra de toque» para sondear cómo ha calado la idea.
Lo que también aclaró Rueda es que la participación de la Xunta será directa, con capacidad de decisión, para velar por que se actúe de «forma adecuada»; cuanta mayor sea la «capacidad de decisión», acotó, «mejor», pero interesa tener aliados. El gobierno gallego se retiraría ante «imposiciones privadas», pero se mostró convencido de que no se dará el caso. La mera participación de la Xunta, subrayó, inédita, será de gran importancia: hay una «enorme diferencia entre estar o no estar».
El objetivo principal: que los beneficios que se generen repercutan en la zona donde se instauren los proyectos, primero, y en Galicia en su conjunto. También servirá para difundir estándares de calidad en diseño, desarrollo y ejecución de proyectos. Estándares a trasvasar a otras iniciativas en las que no entre la Xunta; porque Rueda especificó que el ejecutivo autonómico no participará en todos los proyectos, sino en aquellos que se estime «oportuno».
Proyecto pionero
La futura ley se encuentra aún en un «momento muy incipiente», pues este jueves el Consello dio luz verde al inicio de tramitación y arranque de la fase de consulta pública. Rueda puso en valor que se trata de una norma «compleja» pero «innovadora»; un proyecto «absolutamente pionero, cuando menos en nuestro país», y que se acomete por la «estabilidad política» y el «enorme potencial» de Galicia, a partir de sus recursos y su situación geográfica.
¿Por qué no antes? La «madurez» en el «despliegue de energías renovables» abre «nuevas perspectivas», y a las puertas de San Caetano llaman múltiples proyectos. «El momento es ahora», afirmó Rueda. Galicia, insistió, «no puede perder esta oportunidad».
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