Galicia alberga el Finis Terrae III, el segundo superordenador más potente de España

Las labores que se llevarán a cabo en el Finis Terrae III son varias y diversas: desde la predicción del tiempo a evaluaciones genómicas, pasando por monitorización de la evolución epidemiológica del coronavirus. Entre los beneficiarios de este superordenador se encuentra Meteogalicia, la Fundación Pública Gallega de Medicina Genómica (que produce investigaciones y presta servicio al Sergas), y grupos de investigación de las diferentes Universidades. Galicia se convierte así en un polo científico y de innovación a nivel nacional.

El Finis Terrae permite resolver la ingente cantidad de 4.360 billones de operaciones matemáticas por segundo. Según el CSIC, doce veces más que su hermano pequeño, el Finis Terrae II, siendo por tanto clave para acortar de modo significativo los tiempos de investigación y para abordar problemas más complejos.

Este superordenador incorpora, además, un simulador de computación cuántica de 30 qbits, primero de su clase en España. La computación cuántica supone una revolución de todo lo anterior. Los ordenadores cuánticos funcionan de una manera esencialmente distinta. Los tradicionales usan bits (los típicos 0 y 1), mientras que estos, cúbits: 0, 1 o ambos al mismo tiempo, incluso en proporciones diferentes. Así, un cúbit puede ser un 0 en un 60% y un 1 en un 40%, por ejemplo. Esta forma de entender la computación permitiría resolver problemas de una forma muchísimo más eficiente, el desarrollo exitoso de esta tecnología propiciaría una mejora en la vida de los ciudadanos: con la computación cuántica se mejoraría, por ejemplo, la detección y diagnóstico de enfermedades.

Con todo, como su nombre indica, no es un ordenador cuántico en sí, sino un simulador. Eso sí, desarrollará un papel fundamental en la investigación cuántica, porque permite explorar nuevos algoritmos, o su eficiencia, para que luego se puedan probar en los prototipos de verdad.

La primera versión del supercomputador FinisTerrae echó a andar en 2007. Siete años más tarde, en 2015, llegó el FinisTerrae II, que ha sido ahora sustituido por una tercera evolución gracias a una inversión de 7 millones de euros que ha permitido multiplicar la capacidad de su predecesor, informa Ep.

El presidente gallego destacó que contar con una herramienta como el supercomputador del Cesga otorga a Galicia «argumentos muy sólidos» para ser «una candidata muy a tener en cuenta» en la carrera por albergar la sede de la Agencia de Inteligencia Artificial. Rueda incidió en que la supercomputación es «una carrera de fondo» que implica una constante evolución y renovación. «Probablemente, este superordenador ya se está quedando pequeño porque los investigadores necesitan siempre más y más capacidad de cálculo», aseveró el mandatario autonómico.