Freno al 'éxodo' estudiantil al entorno de Santiago
Adiós (por ahora) a la 'peregrinación' de universitarios en busca de piso a concellos limítrofes de la capital gallega. La mano dura con las VUT y el descenso de los Erasmus lo explican
Las residencias de la USC solo tienen plazas para un 3,6% de su alumnado
JACOBO LEÓN
SANTIAGO
La búsqueda de un piso en Santiago de Compostela supone un desafío para los estudiantes que se trasladan a la capital gallega para iniciar una carrera universitaria. El desajuste existente entre la oferta y la demanda, unido al sustancial aumento de los precios, propició ... que algunos jóvenes se vieran obligados a buscar alejamiento en ayuntamientos limítrofes de la capital gallega como Ames, Teo, Brión, Negreira o Padrón en los últimos años.
No obstante, esta afluencia hacia núcleos ajenos a Santiago parece haberse frenado, al menos temporalmente. Carlos Debasa, presidente de la Asociación Galega de Inmobiliarias (AGALIN), confirmó a ABC que no se ha producido un 'éxodo' tan notable este verano en relación con años anteriores, cuando incluso se llegaron a reforzar las líneas de autobús que unen la capital gallega y estos municipios para facilitar el traslado de los estudiantes hasta sus facultades a primera hora de la mañana.
Casi rematado el mes de agosto, las interminables colas en los aledaños de las inmobiliarias dan paso a los laboriosos intentos protagonizados por los más rezagados. Los estudiantes llegados desde el extranjero, a través de los programas de movilidad Erasmus, y aquellos que han confirmado su plaza a última hora se conformarán con las migajas. Debasa señala que quedan «muy pocas viviendas completas» en Santiago, por lo que estos estudiantes de última hora tendrán que aceptar habitaciones individuales de pisos ya compartidos.
El responsable de AGALIN no descarta que alguno de estos jóvenes tenga que extender su búsqueda a municipios colindantes, pero añade que «espera que no se produzcan» desplazamientos lejanos como sí ocurrió en años previos. De hecho, varias inmobiliarias y responsables de los Concellos de Brión, Padrón y Negreira, consultados por este diario, coinciden en que no tienen constancia, hasta el momento, de ningún caso de estudiante universitario que haya alquilado un piso en sus comarcas para este nuevo curso.
Las razones
Desde AGALIN identifican dos razones principales que explican esta reducción en el número de alumnos desplazados. Por un lado, Debasa confirma que la mano dura ejercida desde el Concello de Santiago en los últimos dos veranos ha neutralizado la proliferación de las viviendas de uso turístico (VUT). Ante la amenaza de la apertura de nuevos expedientes y sanciones de hasta 15.000 euros, muchos de los propietarios han optado por devolver sus pisos al mercado de estudiantes para evitar estas multas y recuperar parte de la inversión realizada.
Por otro lado, el presidente de AGALIN incide en el descenso de alumnos extranjeros que estudian en la Universidad de Santiago de Compostela (USC), que suelen ser los últimos en llegar a la ciudad. De acuerdo con los datos publicados por la propia universidad, 307 Erasmus han pasado por la universidad compostelana en 2023, una cifra muy inferior a los 750 y 669 alumnos con los que contó en los años 2011 y 2012. Desde entonces, el volumen de estudiantes Erasmus ha descendido de manera paulatina.
A estas explicaciones se suma el poder de decisión de los propietarios de las viviendas. Dos inmobiliarias contactadas por ABC recuerdan que la última palabra la tienen los dueños de los pisos, quienes están priorizando parejas o familias a la hora de alquiler sus pisos, pues ofrecen más seguridad, mayores garantías y estancias más prolongadas.
Soluciones a largo plazo
Para tratar de desatascar esta situación, las administraciones públicas y entidades privadas han abierto varios frentes de actuación. A finales del pasado mes de julio, Raxoi promovió un acuerdo entre la Xunta y la USC con vistas a poner en marcha la construcción de viviendas destinadas al alquiler por parte de estudiantes universitarios. Semanas antes, la compañía Bestinver compró por once millones de euros el antiguo Hospital de Galeras, con el objetivo de convertir el recinto en una moderna residencia privada para estudiantes.
Ambas iniciativas han sido aplaudidas por los regidores locales, los representantes de la universidad, vecinos y estudiantes. Cabe destacar que la USC ofertó 910 plazas este curso entre sus cinco residencias y colegios mayores, una cantidad insuficiente para satisfacer las alrededor de 25.000 matrículas anuales que recibe la universidad.
Por otro lado, varios colectivos, entre ellos la Asociación de Viviendas Turísticas de Galicia, denuncian la poca predisposición por parte de las autoridades para dinamizar las 9.000 viviendas vacías que hay en la capital gallega. Alegan que su puesta en el mercado mitigaría la problemática con los estudiantes, quienes tienen que conformarse, en muchos casos, con pisos con importantes desperfectos, en mal estado y «dudosas condiciones de habitabilidad».
De momento, los estudiantes de Compostela están muy cerca de superar otro verano repleto de estrés, incertidumbre y largas colas para encontrar un lugar donde vivir. Y aunque el radio de búsqueda se ha contraído en estos meses, las vicisitudes propias del alojamiento estudiantil acompañarán a la capital gallega hasta aflorar de nuevo el próximo periodo estival.
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