Cuarto Singuante
Las fotos
Como un seguro para protegerte del olvido
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónHay unas píldoras que te las tomas y te ayudan a mantener la memoria. Tienen zinc y muchas más cosas que, al parecer, estimulan las neuronas para que no se cansen (como si fueran independientes del resto del cuerpo).
Me imagino que estas pastillas no ... discriminan, es decir: te estimulan 'toda' la memoria. Y entonces, vas y recuerdas cosas que no te agradan, pero la química manda y no te permite seleccionar qué recuerdos te convienen o cuáles no.
En este sentido, para mejorar la memoria selectiva las fotos son lo mejor –las de papel–, porque suelen inmortalizar los buenos momentos, los que siempre apetece recordar. Es como un seguro para protegerte del olvido. Y, encima, son infalibles: abres el álbum y ahí estás con el abuelo paseando por el jardín, y aunque de eso hace ya medio siglo a ti te da igual; de pronto lo recuerdas todo, incluso están los olores y reconoces los pequeños objetos, sabes quién os hizo la foto y por qué, y vienen a tu memoria acontecimientos que ocurrieron antes y después de aquella fotografía. La mente se despeja.
El recuerdo acude con nitidez. Y si la foto es en blanco y negro, lo mismo. Tú le pones los colores y enseguida ves el vestido que tenía la muñeca o como era el coche a pedales. En fin… que estimular la memoria rememorando momentos felices es un sano ejercicio.
Hoy en día, con la vida de 'nescafé instantáneo' que llevamos, pocos acontecimientos soportan el paso del tiempo, entre otras cosas porque con tantos estímulos, el cerebro no da para más y hace como que el presente no le importa. Quizás pronto inventen una memoria humana externa, algo así como un pendrive para los circuitos neuronales, que nos permita descargar el torrente de información que nos invade cada día.
Pero para rememorar emociones pasadas, yo defiendo la foto en papel. La digital tiene fecha de caducidad porque detrás de una viene otra y luego otra, mientras que la del álbum tiene alma y reposa en un lugar preferente de la casa; la tomamos entre las manos con delicadeza y entonces la memoria se pone al servicio del sentimiento. Es lo que llamamos amor. Qué bien nos viene para saber dónde estamos y agarrarnos a la realidad. Porque no se trata de anclarse, sino de tener firmeza. Que mañana será otro día.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete