Feijóo dice que las palabras de Sánchez sobre el PP y ETA son «indignas incluso de su boca»

Feijóo, durante un acto electoral ante 400 personas en Lugo, en el que ha arropado a la candidata local, Elena Candia, y con el que abre una jornada intensa en Galicia -recala por la tarde en Pontevedra y Ferrol-, ha dicho que «al Gobierno le molesta que hablemos de Bildu» y «está intentando desviar la atención de todas las maneras posibles, insultándonos, injuriándonos o intentando reescribir la historia que hemos vivido todos», pero hay subrayado que el PP no se va a «callar» ni a «resignar».

En línea con lo que dijo la víspera en Barcelona, Feijóo ha señalado que ver a Sánchez afirmando que el PSOE «derrotó a ETA en solitario y que el PP hizo lo imposible para evitarlo, es una de las afirmaciones más indignas que ha hecho un presidente del Gobierno en España en historia». «Es indigno incluso de la boca del señor Sánchez», ha apostillado entre aplausos.

El líder del PP ha incidido en que en «la historia real de España» figuran las casi 1.000 muertes infligidas por ETA, más de 10.000 heridos y más de 370 asesinatos sin clarificar. Y ha indicado que «no es de recibo» que Sánchez «no sea capaz de romper» con Bildu «ni cuando meten en sus listas a 44 personas condenadas por terrorismo». Tras censurar que en el BNG, que ha concurrido en elecciones europeas con los batasunos, no son «capaces de abrir la boca en este tema», ha recordado que son precisamente nacionalistas y socialistas quienes gobiernan en el ayuntamiento de Lugo. «No hay ningún lucense de buena fe que esté dispuesto a tener un gobierno municipal que o bien mira para otro lado con Bildu o bien que pacta con Bildu la política nacional», ha remarcado.

A Sánchez, ha abundado, ante las «dificultades» que afrontan los españoles, tras incumplir «una a una» todas las «promesas» de la campaña electoral de 2019, pese a los enfrentamientos entre las dos ramas del gobierno, los indultos a los independentistas catalanes, la rebaja de los delitos de malversación y corrupción, la «chapuz» de la ley del 'sólo sí es sí', «lo único que realmente le importa es el yo, yo, yo, y después del yo, yo, yo, otra vez yo. Lo único que le importa es tener cinco votos de Bildu para intentar mantenerse en el Gobierno de España, aún perdiendo las elecciones generales».

El líder del PP ha pedido para el 28M un «voto en contra de la resignación», tras reivindicar que «otro tipo» de política y de políticos «es posible», y reivindicar que Galicia, que presidió durante 13 años, lo «acredita». No resignarse, ha ido desgranando, a un enfrentamiento «permanente», a que el Gobierno base su política económica en «recaudar, recaudar y recaudar impuesto», a «endeudar y endeudar» a la generación presente y las futuras y a «gastar, gastar y gastar en beneficio del Consejo de Ministros y la Administración central más cara de la historia». Para dimensionar el «nuevo récord histórico» de la deuda, ha explicado que en la hora aproximada que duraría el mitin, la deuda pública española aumentaría en 8 millones de euros, 140.000 por minuto.

No resignarse tampoco, ha proseguido, a que «todo va de maravilla», cuando se ha disparado la inflación y se han encarecido 300 euros al mes las hipotecas, con el paro juvenil más alto de Europa y el segundo en jóvenes y mujeres, con los efectos de la ley del 'sólo sí es sí', a que «las minorías impongan sus intereses», la mentira en política y, punto en el que ha introducido la cuestión candente en la última semana, que «Bildu se presente con normalidad y sea blanqueado por el Gobierno de España y sea uno de los socios del Gobierno de España durante los últimos cinco años».

En el tramo final de su intervención, Feijóo ha puesto a Galicia como «ejemplo» de la idea que ha subrayado al comienzo, de que «otra política es posible», haciendo un repaso a las políticas impulsadas desde la Xunta durante los últimos 14 años, con él al frente y, desde hace un año, con su sucesor, Alfonso Rueda. Rebajas de impuestos por valor de más de 1.500 millones de euros, gratuidad de las escuelas infantiles, política lingüística basada en un «modelo» de «cordialidad» y la demostración de que se puede «gobernar para todos», ha reivindicado.