Los familiares de los supervivientes del naufragio de las Malvinas: «Ya los dábamos por muertos»

Apodado 'Pichón', Juan Antonio es integrante, como marca la tradición, de una peña del pueblo, 'Tabeiróns Caralludos', que se reúnen precisamente en estas fiestas. De hecho, hace un par de días, en las redes sociales, un establecimiento hostelero local, el Plaza, había hecho una publicación sobre 'peñeros' que se encontraban lejos de casa en la que mencionaba, por su apodo cariñoso, a García Rey: «'Pichón', ciudadano ribeirense más alejado de la Centenaria. 11.437 km». Por eso, en una villa marinera como Ribeira, de tradición pesquera y conocedora de lo implacable que puede llegar a ser la mar, las fiestas se celebraron este miércoles con consternación por la ausencia de uno de sus 'dorneiros' en una suerte de ironía macabra. Una sensación que fue más acusada, si cabe, cuando a las seis de la tarde llegó la información de que el gobierno de Malvinas detenía el operativo de búsqueda de los desaparecidos «debido a la consideración de todas las circunstancias, incluidas las condiciones meteorológicas previstas y la seguridad de quienes participan en las operaciones», según informó Ep. Unas labores que, indicaron, se reanudarán «tan pronto como sea factible».

Por su parte, también durante la tarde de este miércoles, llegaron a tierra firme, en las Malvinas, 13 de los 14 supervivientes del naufragio, entre los que se encontraban otros tres vecinos de Ribeira. Se trata del capitán del buque, José Saborido Rey, de 56 años, de los cuales llevaba ya más de veinte en la empresa y que, afortunadamente, volverá a ver a su hija, que estudia Medicina en Madrid; del primer oficial, Ramón Hombre, también en sus 50 y padre de dos hijos, y del jefe de máquinas, Ramón García. «Pasaron 20 horas en la balsa, con la incertidumbre de que no sabían qué iba a pasar, si iban a fallecer o los iban a rescatar», explicó en conversación con ABC el representante de las familias, José Manuel Pena, y primo político de Saborido. Según explica, los supervivientes vieron cómo, hasta en dos ocasiones, los helicópteros trataban de acercarse, pero tenían que dar la vuelta por las malas condiciones meteorológicas.

Fue sobre las seis de la tarde cuando las familias recibieron la llamada que puso fin a los duros momentos de «angustia» que vivieron desde el lunes, pese a que la empresa los mantuvo informados en todo momento. No se lo esperaban, y de hecho, la esposa del capitán, Kika, ya había rezado por ellos: «Ya los daban por muertos».

Igual que estos tres vecinos de Ribeira, también fue rescatado Francisco Gondar, segundo oficial y natural de Pontevedra. Con todo, otro gallego continúa desaparecido, igual que García Rey. Se trata de Antonio Barreiro Torea, natural de Noya, en La Coruña.

En el pueblo costero de Bayona, a escasos 40 kilómetros de la frontera con Portugal, ni el buen tiempo ni la gran cantidad de turistas que abarrotaban la playa pudieron difuminar el manto de tristeza que cubría a los vecinos de la villa. «Todo el mundo está muy dolido», «es ley de vida», espetaban algunos en la zona portuaria recordando a Santiago Leyenda Amoeda, baiones, y uno de los fallecidos en el naufragio. A pesar de contar con experiencia en el mar, como cocinero a bordo de varios navíos atuneros. Un hombre de 39 años y con dos hijos al que se recuerda con cariño. Empezó desde los 15 años a trabajar en los fogones del Club de Yates de Bayona para después echarse a la mar, de acuerdo con la tradición familiar que le habían legado su padre, su primo y su tío, que llego a ser patrón mayor de la cofradía de Bayona.

El actual patrón mayor, Roberto Carral Barra, mostró su dolor y reconoció el «mal sentimiento» que sobrevuela la localidad, además de transmitir sus condolencias a la familia de Leyenda. Sobre el accidente, mencionó: «La gente del mar sabemos lo que hay, aunque, cuando llega esa noticia, nunca te lo esperas». Con la misma pesadumbre en su voz y rostro, se expresó el alcalde de Bayona, Jesús Vázquez Almuíña, tras haberse puesto en contacto con los parientes del fallecido. Una familia «muy conocida» y «muy querida en el pueblo», en palabras del alcalde. «Sabemos, por desgracia, al tener tradición marinera, que el mar golpea. Y está vez le ha tocado a él», indicó Vázquez. Una tragedia a pesar de la experiencia de Leyenda en el mar y al ser las Malvinas «un área conocida por la flota viguesa, aunque en una época muy dura», añadió el alcalde.

Aunque desde las banderas del ayuntamiento ondeaban a media asta desde el mediodía, no fue hasta las ocho de la tarde cuando los vecinos se reunieron en la plaza del consistorio para guardar un minuto de silencio por Leyenda, así como el resto de fallecidos y las familias de los mismos. Un acto similar al que también se llevó a cabo en la ciudad de Vigo, donde lamentan la muerte de su vecino César Acevedo Durán, patrón de pesca del barco y natural de la parroquia viguesa de Valladares.

«El Ayuntamiento de Vigo quiere trasladar sus más sentidas condolencias a las familias, compañeros y allegados de los marineros que perdieron la vida en este trágico suceso», indicó el consistorio en un comunicado recogido por Ep en que decretaron un día de luto, como en el caso de Bayona, y lamentaron la muerte de todos los marineros. Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, también informó este miércoles de que enviará a un diplomático para el seguimiento de la operación de repatriación de los españoles supervivientes, a la espera de coordinar con el Ministerio de Defensa una aeronave que se desplace hasta el lugar, según informó Ep. El Gobierno, indicaron desde el Ministerio que dirige José Manuel Albares, «no escatima recursos para atender a los españoles y traerlos a España lo antes posible».

Asimismo, aunque todavía se desconocen las causas que provocaron la tragedia, más allá de la vía de agua que indicaron los propios tripulantes antes de abandonar el navío, son múltiples las hipótesis que se manejan al respecto. Así lo indicó un portavoz de la Autoridad Marítima de islas Malvinas, que señaló en el programa de radio 'Onda Pesquera' que podría deberse a un choque frontal contra un iceberg, habituales en la zona durante esta época del año. Desde la cofradía de Bayona también indica que «posiblemente» se podría haber dado un golpe de mar que corriese la carga de un lado a otro de la bodega, causando un impacto que, a su vez, habría provocado la vía de agua.