Expulsiones exprés en el PSOE de Santiago, meses de dilaciones en casos como Ábalos
Las ediles díscolas denuncian un trato desigual en la gestión de los expedientes
PSOE de Santiago: una campaña contra sus ediles desde el 28-M
SANTIAGO
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Iniciar sesiónLos cuatro concejales socialistas de la capital gallega a los que el PSOE abrió un expediente de expulsión siguen a la espera de recibir una resolución de la Comisión de Ética y Garantías del partido, que, desde Madrid, dictaminará si su cese forzado se hará ... efectivo, una vez estudiados los argumentos que presentaron desde el grupo municipal. Mercedes Rosón y Mila Castro, dos de estas ediles, afirmaron este miércoles que no esperan que esta semana –recién culminada la quincena dispuesta para el análisis de sus alegaciones– vayan a recibirla. Pero, de ser así, considerarían «escandaloso» que el cierre de su caso se apresurase sobre otros que llevan meses pendientes, como los que afectan al alcalde de O Carballiño, Francisco Fumega; o al exministro de Transportes, José Luis Ábalos. Sería, a sus ojos, la confirmación deque la intención del partido desde un principio fue mandarlos «para casa», como llevan defendiendo el último mes y medio.
Rosón y Castro ofrecieron estas declaraciones durante una rueda de prensa en Santiago, al ser preguntadas por las recientes explicaciones del secretario provincial del PSOE coruñés, Bernardo Fernández, recordando que la Comisión dispone de unos 15 días para analizar el recurso de los ediles. «No nos llegó nada y creemos firmemente que esta semana no va a llegar. Si de verdad se produce esta reacción, tenemos que pensar que se debe más a otros intereses (...). Si es cierto que el objetivo, como venimos denunciando desde hace semanas, es que nos manden para casa, pues posiblemente sí entenderíamos que llegase esta semana. Si no, no se entendería«, esgrimió Castro.
Sería, incidió, «escandaloso y bastante llamativo que, habiendo expedientes inconclusos desde hace muchísimo tiempo con gente que pertenece a nuestro partido», citando «los expedientes de Ábalos o del alcalde de O Carballiño», se priorizase su expulsión del PSOE «por no asistir a la convocatoria de una reunión a la que nosotros mismos explicamos que no íbamos a asistir por considerar que era nula de pleno derecho». Esto, en referencia al encuentro convocado por su directiva municipal para nombrar portavoz a Sindo Guinarte –uno de los dos ediles todavía afines a ella– en sustitución de Gonzalo Muíños, pocos días después de que el partido decretase su cese unilateralmente.
Preguntadas ambas por las palabras en las que su secretario local, Aitor Bouza, reconoció «errores» cometidos por ambas partes, Castro preguntó con retórica si se refería a la exigencia del acta de las concejalas; a la decisión de «cesar al personal eventual y de confianza», pese a realizar «un trabajo estupendo»; o a la de «obligar a los concejales del grupo a bloquear la ordenanza que completaba la regulación de las viviendas de uso turístico», orden que se negaron a cumplir –pronunciándose con votos favorables– pero que el PSOE terminó calificando de falta menor.
Referencias al apoyo social
Interpeladas por las críticas lanzadas desde las direcciones del PSOE local, provincial y gallego hacia la carta firmada por más de medio millar de ciudadanos, entre ellos militantes del PSOE y el expresidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, en apoyo a las alegaciones de los cuatro ediles, consideraron que la dirección tiene «un serio problema» si «no quiere entender» el mensaje colectivo. Expresando su «inmenso agradecimiento» a los cientos de firmantes, afearon que si el PSOE decide «reducir y devaluar» una iniciativa ciudadana como esta, resultará «totalmente inexplicable» y tendrá «consecuencias» presentes y futuras para el partido, tanto en la ciudad como en el resto de la provincia.
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Al final, Rosón y Castro reafirmaron su intención de agotar su mandato como concejalas, aun desde el grupo de no adscritos –en el que no contarían con asignación económica–, y de recurrir a la Justicia ordinaria de ser necesario, pese a que esperan que, mediando el Comité de Ética, la situación «se resuelva de la mejor manera posible».
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