«Una denuncia de dos horas puede procesarse en cerca de un minuto» gracias a la IA
Una nueva herramienta basada en esta tecnología permite a los agentes policiales tomar declaración con traducción multilingüe y transcripciones en tiempo real

En momentos de vulnerabilidad, cualquier obstáculo puede convertirse en un muro. Las barreras lingüísticas, la sobrecarga de burocracia... son factores que pueden dificultar trámites que son tan delicados como esenciales; tal es el caso de la presentación de una denuncia. Y bajo esta premisa, Carina ... AI Studio ha desarrollado Denuncia AI, una plataforma diseñada para asistir a los cuerpos de seguridad en la toma de declaraciones multilingües y mejorar la calidad de atención al ciudadano. La herramienta, presentada recientemente junto a sus socios de TRC en la feria Feindef, en Madrid, ya ha sido probada por la Guardia Civil y su impacto promete ser transformador.
«Lo que buscamos es un sistema de redacción inteligente de denuncias. El objetivo principal es asistir, nunca sustituir [al profesional]. Esto es importante», incide Daniel Dacuña, CEO de Carina AI Studio, en una carrera de fondo por «ayudar al agente a tomar mejores decisiones, con más información y hacer más fácil su trabajo, en este caso». Con una segunda vertiente: «Volver a humanizar este tipo de trabajos. Que, a la hora de recoger una denuncia, [el agente] deje de ser simplemente un transcriptor y pueda centrarse al 100% en la persona que declara».
La herramienta funciona de la siguiente manera: primero, escucha la conversación entre denunciante y agente, identifica el idioma y, si es necesario, traduce en tiempo real. «Esta parte del proceso, la de la traducción, es bidireccional. Todo lo demás es información que solo ve el agente», detalla Dacuña. En esta fase, el sistema puede mostrar la traducción en pantalla, en texto, o narrarla a través de un auricular, según las necesidades del entorno y del denunciante. A partir de ahí, transcribe la conversación y comienza su análisis.
Una de las funciones más innovadoras que pone sobre la mesa es la detección de incongruencias en los relatos. «A lo mejor, [el denunciante] primero dice que eran las ocho de la mañana y después que era plena tarde», expone, y el sistema está entrenado para alertar en esos casos. Del mismo modo, identifica información relevante que no se ha proporcionado aún: una descripción del agresor, la hora o dirección del suceso... En definitiva, da 'pistas' a los responsables para que no queden lagunas; pero, más que como una red de seguridad, funciona como una segunda capa de atención para el agente, de forma que puede centrarse en conversar de forma natural con el ciudadano.
El recorrido no acaba ahí: después, el sistema etiqueta los ítems clave que se mencionan, clasifica la tipología delictiva según el Código Penal y genera un borrador de informe en formato editable, adaptado al protocolo policial, para que sirva como base. Porque la decisión última siempre recae en el agente, que puede modificar o añadir información al gusto antes del registro. El método en sí es complejo, pero se produce de forma casi inmediata: «Con una denuncia de dos horas, todo el proceso no tarda más de un minuto en completarse, tanto en el análisis como en la redacción y cumplimentación de datos».
Tecnología extrapolable
Denuncia AI se concibe para ser fácil de usar y poder adaptarse a distintos niveles tecnológicos. «Hemos convertido algo muy complejo (...) en lo suficientemente simple como para que cualquier agente, incluso con poco conocimiento tecnológico, con dos clics pueda utilizarlo». Por el momento, ya se están haciendo pruebas sobre entornos reales en comandancias de la Guardia Civil. Y las sensaciones de los agentes están siendo positivas: «Después de utilizarlo un par de veces, la percepción es de que ayuda mucho, alivia carga burocrática a lo largo del día y hasta puede ser, en cierto modo, revolucionario», apunta el CEO.
Un punto importante es que la arquitectura de la plataforma se concibe en un formato modular. Es decir, cada una de sus funcionalidades puede 'extirparse' para luego integrarse en otros sistemas de TRC, e incluso adaptarse para aprovechar su uso en otros sectores. Es el caso de Acuria AI, otro producto con su sello «muy especializado en una funcionalidad similar, pero en el entorno sanitario», indica Dacuña. Aunque de momento Denuncia AI es funcional en entornos presenciales, los planes de futuro incluyen versiones móviles para agentes en la calle y asistentes normativos virtuales para otros ámbitos de la administración pública.
Una preocupación importante fue, de principio a fin, garantizar la protección de datos y de la privacidad; especialmente en escenarios tan delicados como estos, en los que se está presentando una denuncia. Sobre esto, Dacuña reincide en que el sistema puede desplegarse en infraestructuras propias de los cuerpos de seguridad, lo que garantiza que la información no salga del entorno policial.
La herramienta ve la luz en un momento de florecimiento y proliferación de teconologías como esta, basadas en inteligencia artificial, en diferentes sectores de la sociedad. Y el CEO es claro en su opinión sobre la cada vez mayor integración de la IA en la sociedad: hay que seguir dando pasos, pero sin permitir que la velocidad de avance nuble los criterios éticos. «Los buenos o los malos no son las tecnologías, son las personas»; el reto, resume, está en construir herramientas con propósito y asegurar que se les dé un uso correcto definido desde su concepción, partiendo siempre «de la base de querer aportar, de querer ayudar».
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